Si te preocupa que tus familiares pasen apuros en caso de que tú fallezcas o sufras un percance que te deje incapacitado, debes estimar en qué situación quedarían, atendiendo a muchos factores. Para evitar estrecheces, la solución puede ser un buen seguro de vida. Te ayudamos a decidir y a elegir, para que no te quedes sin cobertura en el peor momento.
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Seguro de vida: cubre el fallecimiento y la invalidez
Este producto está diseñado para que si tú falleces, los familiares que hayas designado en la póliza reciban respaldo económico y no pasen apuros. Por ejemplo, para que tus hijos no se vean obligados a abandonar los estudios y ponerse a trabajar por falta de medios económicos.
Lo más habitual en este tipo de seguros es que los asegurados sean los padres y los beneficiarios, los hijos. Pero como asegurado puedes designar a quien estimes oportuno (tu cónyuge, otra persona de confianza, etc.).
El seguro de vida también protege en caso de que te sobrevenga una invalidez que te impida desarrollar tu actividad profesional.
Para fijar el capital asegurado, debes tener en cuenta tu nivel de vida actual, los ingresos que tiene la familia y los que tendría si faltaras tú. ¿Recibirían, por ejemplo, pensiones de viudedad y orfandad? ¿Tenéis ahorros?
La prima que tendrás que pagar estará en consonancia con el capital asegurado.
OCU ha negociado en exclusiva para socios de OCU una póliza de seguro de vida que cubre el fallecimiento y la invalidez permanente absoluta, en ambos casos por cualquier causa y no solo por accidente.
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