viernes, 31 de enero de 2020

Perros Blancos

Ilustración: Alberto Vázquez

Perros blancos

Dos viejos amigos que hacía muchísimo tiempo que no se veían se reencontraron mientras daban un paseo por el bosque. Empezaron a hablar de sus experiencias compartidas, de los amigos comunes, de las historias del pasado que les habían dejado una huella imborrable y, ya al final, llegaron al presente. «¿Y cuál es tu actual ocupación?», preguntó uno de ellos. Y el otro le respondió lleno de orgullo: «No te lo vas a creer, pero colecciono perros blancos».
«¿Qué quieres decir con eso de perros blancos?», prosiguió sin entender nada el primero. «Pues que ya tengo más de 20 de distintas razas», contestó pareciéndole lo más normal del mundo. «Debes de ganarte muy bien la vida para haber comprado tantos animales», volvió a insistir el buen hombre sin salir de su asombro. Y el propietario de semejante colección le confesó: «No he tenido que invertir ni un euro, son animales que me encontré abandonados por la calle». «Eso que me cuentas es imposible, yo voy cada día por la calle y no encuentro ninguno y menos de color blanco», argumentó el amigo. «La diferencia es que yo los busco y tú no», sentenció finalmente el coleccionista.

La moraleja es que en la vida hay que estar siempre atento a las oportunidades. La suerte no llega, hay que ir a buscarla
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sábado, 11 de enero de 2020

Hy que ser hospitalarios con los visitantes

Ilustración: Alberto Vázquez

Un acto de generosidad

Un sabio que tenía fama de ser el hombre más generoso del lugar fue a visitar a su rey. Paseando por los jardines tras el encuentro, observó a un criado mientras se disponía a comer su plato con la ración diaria de comida y un trozo de pan.

Al momento, se acercó un perro olisqueando al criado con cara de hambre y el buen hombre le dio su pedazo de pan, que devoró en un visto y no visto. Como vio que seguía mirándolo, también le ofreció toda la comida.
El sabio se acercó al sirviente y le preguntó: «¿Sólo le dan a usted la ración que le acaba de regalar al perro?». A lo que el humilde servidor respondió: «Sí, eso es todo lo que nos reparten». Admirado por el gesto, el visitante continuó interrogando al criado en estos términos: «¿Y por qué se ha quedado usted sin comer?». Su explicación fue ésta: «El animal ha venido de fuera y, como hay que ser hospitalario con los visitantes, he pensado que tendría hambre. Al ver que no tenía suficiente con el pan, también le he dado el plato de comida».
El sabio pidió que nunca más volvieran a considerarle a él el hombre más generoso sino al criado. Moraleja: la verdadera generosidad no es dar lo que te sobra, sino lo que al otro le hace falta, aunque eso fuese imprescindible para ti mismo.
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viernes, 10 de enero de 2020

Hay más mujeres que hombres trabajando

Graphext, plataforma española de manejo de big data, ha hecho un análisis de los últimos datos de la Encuesta de Población Activa que confirma un giro histórico en el mundo laboral que se esperaba que ocurriese: las mujeres de entre 20 y 44 años ya son mayoría estadística en las consideradas como “profesiones de alta cualificación”. En esta categoría se aglutinan los trabajadores profesionales de más alta especialización dentro de las ciencias duras y sociales, la ingeniería, la salud, la enseñanza, administración pública y privada y tecnología de la información y de comunicaciones.
Como se observa en los gráficos que ha compartido Victoriano Izquierdo, uno de los fundadores de la empresa, las mujeres adelantan en casi un tercio en cuanto al volumen de “científicos e intelectuales”. Otro de los hallazgos del equipo es que empieza a haber más hombres que mujeres dedicados a profesiones poco cualificadas, salvo en el sector servicios. Aun así, los hombres siguen copando con fuerza los puestos de “directores y gerentes”.
Una estadística con truco: para leer correctamente estos resultados es importante desentrañar la segregación ocupacional de las categorías elegidas. Como muestran otros análisis, hay profesiones cualificadas “feminizadas” y otras “masculinizadas”: las mujeres dominan la administración, las ciencias de la salud y la enseñanza primaria y secundaria, entre otras, mientras que los hombres se agrupan mucho más en las ingenierías o enseñanzas universitarias. Pero, pese a todo, y si hacemos la suma total de todos los profesionales en activo, sí es una novedad que las mujeres hayan adelantado a los hombres dentro del mundo de la alta cualificación.
Por qué eran unos resultados esperables: porque en este tiempo la incorporación de la mujer al mundo laboral ha sido mucho mayor, lo que les ha permitido desarrollar sus carreras. Pero, sobre todo, porque la mujer es ahora el sexo fuerte en las universidadesDesde 2017 seis de cada diez titulados en España son mujeres, también son el 57% de los titulados de Master y están a punto de sorpassar a los varones en el mundo de los doctorados. También tienden a tener mejor nota media y a completar las carreras más rápidamente que sus compañeros
Por qué es una buena noticia: porque así se va rompiendo la dinámica sexista del mercado de trabajo. Como explica este estudio de la Fundación BBVA, La brecha de género se reduce a muchísima más velocidad en las ocupaciones en las que hay una proporción de hombres y mujeres similar. Es decir, que ahí donde haya unos porcentajes más equilibrados, pongamos, una presencia de un 60% de hombres y un 40% de mujeres (o viceversa), la retribución se va haciendo más igualitaria que en aquellos trabajos masculinizados o feminizados.
Y por qué también es mala: porque, aunque queda mucho por hacer en cuanto a igualdad salarial y profesional en favor de las mujeres (faltan cientos de años para que accedan a las mismas condiciones salariales que los hombres en todo el mundo), empezamos a percibir que ese objetivo de correspondencia también se puede desviar desde el otro lado: que los hombres se nos queden at
Si los hombres se convirtiesen en una mayoría dentro de los trabajadores no cualificados (algo que aún no ocurre por el importante impacto de las trabajadoras domésticas y de limpieza), serán más os.vulnerables en el futuro no sólo por una indeseable brecha económica, sino también porque esos son los trabajos que más fácilmente se destruyen. Los estudios además están ya afectando a otra fuente de desigualdades: las parejiles. Como demostraron informes de la OCDElas mujeres buscan ligar con hombres con su mismo nivel de estudios y por lógica con lo que hemos visto, cada vez hay menos.
 Arquiteto loiro no capacete trabalhando com blueprint e olhando para longe no canteiro de obras Foto de archivo - 82925515

miércoles, 8 de enero de 2020

El piano

Ilustración: Alberto Váz

El profesor de piano

El día que lo nombraron director del departamento de música de la escuela fue inolvidable para el joven y entusiasta profesor. Lo primero que proyectó fue recaudar fondos para comprar un piano de cola y, cuando consiguió el dinero, dio órdenes de que instalaran el piano en el centro del escenario, donde luciría majestuoso. Pero cuál fue su sorpresa cuando el director del centro se opuso a esa decisión y decidió colocar el bello instrumento en una esquina.

Enojado por ese desplante, el profesor de música renunció a su puesto y abandonó el pueblo. Años después, decidió regresar a este lugar y no quiso irse de nuevo sin hacer una visita a la escuela para ver qué había sido del piano que, con tanta ilusión, compró para que sus alumnos practicasen.
Para su sorpresa, vio que el instrumento estaba en el centro del escenario, justo donde él había sugerido sin éxito. Por ello preguntó al nuevo profesor de música qué había sucedido y éste le respondió: «Sí, el director nunca permitió que colocásemos el piano aquí, pero yo simplemente lo empujaba un centímetro cada vez que tocaba y nunca se dieron cuenta».
 ivos.
Así es la vida, no todo se consigue de golpe y es importante tener paciencia para lograr, paso a paso, nuestros objet
El profesor de piano

Visita a la escuela

Ilustración: Alberto Váz

El profesor de piano

El día que lo nombraron director del departamento de música de la escuela fue inolvidable para el joven y entusiasta profesor. Lo primero que proyectó fue recaudar fondos para comprar un piano de cola y, cuando consiguió el dinero, dio órdenes de que instalaran el piano en el centro del escenario, donde luciría majestuoso. Pero cuál fue su sorpresa cuando el director del centro se opuso a esa decisión y decidió colocar el bello instrumento en una esquina.

Enojado por ese desplante, el profesor de música renunció a su puesto y abandonó el pueblo. Años después, decidió regresar a este lugar y no quiso irse de nuevo sin hacer una visita a la escuela para ver qué había sido del piano que, con tanta ilusión, compró para que sus alumnos practicasen.
Para su sorpresa, vio que el instrumento estaba en el centro del escenario, justo donde él había sugerido sin éxito. Por ello preguntó al nuevo profesor de música qué había sucedido y éste le respondió: «Sí, el director nunca permitió que colocásemos el piano aquí, pero yo simplemente lo empujaba un centímetro cada vez que tocaba y nunca se dieron cuenta».
 ivos.
Así es la vida, no todo se consigue de golpe y es importante tener paciencia para lograr, paso a paso, nuestros objet
El profesor de piano

El presumido jovenzuelo

Ilustración: Alberto Vázquez

Conflicto generacional

Con motivo de una conferencia en la que se debatía a fondo el tema de las diferencias generacionales, pude escuchar a un joven un tanto engreído mientras le explicaba a un señor mayor cuál era el motivo, según él, de que los viejos no entendieran a los de su generación. «Ustedes crecieron en un mundo muy diferente al nuestro. Pasamos de una época primitiva a otra moderna», le soltó al pobre anciano sin pensar si podría ofenderlo.
Y para argumentar dicha afirmación, el presumido jovenzuelo continuó con estas palabras: «Los jóvenes de hoy hemos crecido con televisión, Internet, teléfonos móviles, aviones supersónicos, viajes al espacio. Vivimos el auge de la energía nuclear y hemos empezado a conducir coches eléctricos. Nuestros ordenadores procesan a velocidades de la luz...».
 El anciano permaneció en silencio antes de responderle así: «Hijo mío, tienes toda la razón. Nosotros no tuvimos esas cosas, así que ¡las inventamos! Y tú, ¿qué estás haciendo para la próxima generación?». El joven se quedó sin saber qué decir mientras todo el público aplaudía.

Esta historia debería hacernos reflexionar sobre lo mucho que debemos a quienes nos precedieron por todo lo que nos han legado.
Conflicto generacional

El rey de los animales

Ilustración: Alberto Vázquez

El tigre y el zorro

Un enorme tigre que cazaba en los bosques húmedos de China se topó una mañana con un pequeño zorro y no dudó en ir a atacarlo para poder disfrutar de un buen almuerzo. Sin embargo, el zorro, alertado por el inminente peligro, decidió recurrir a su mejor y, en ese caso, única opción: la astucia. «¡Pero cómo te atreves a atacarme! ¿Acaso no sabes quién soy?», increpó el zorro al tigre muy enfadado. «¿Quién eres?», preguntó el felino sorprendido. «Soy el rey de los animales por designio del emperador del cielo», exclamó. Y añadió: «Si no me crees, ruego que me acompañes y no te separes de mi lado, así podrás comprobar tú mismo cómo todos los animales huyen atemorizados al verme llegar».

Como no tenía nada que perder, el tigre decidió acompañarlo y, en efecto, pudo observar cómo los animales que se encontraban a su paso escapaban. No había dudas, el zorro no le había mentido, realmente era el rey, así que decidió respetar su jerarquía y lo dejó marchar. Pero lo que nunca supo el tigre fue que los animales no habían huido por miedo al zorro, sino por su propia presencia. Esto nos enseña que, en muchas ocasiones, la inteligencia y la astucia resultan mucho más útiles que el mero poderío físico o la fuerza.
El tigre y el zorro

Marido y suefra

Ilustración: Alberto Vázquez

La suegra de Lili

Hace ya un tiempo, me explicaron la historia de Lili, una joven que se casó muy enamorada y se fue a vivir con su marido y su suegra. Resulta que sus personalidades eran muy diferentes y ambas mujeres no tardaron en enfrentarse cada dos por tres. Por este motivo, Lili fue a visitar a un hombre sabio amigo de su padre, el sr. Huang, en busca de consejo. Y éste le dijo:

 «Toma este manojo de hierbas y ponle unas cuantas cada dos días en la comida para ir envenenándola lentamente. Pero, para evitar que sospechen de ti, hasta que muera, procura ser amable con ella y ayudarla».
Pasaron las semanas y cumplió a rajatabla lo que le había dicho el amigo de su padre, pero, para su sorpresa, su suegra estaba tan sana como siempre y en casa las cosas habían cambiado por completo: habían desaparecido las peleas y cada día quería más a su suegra. Así que, corrió a pedirle al sr. Huang un antídoto para que la madre de su esposo no muriese.
El hombre se rió y le confesó: «No te preocupes, las hierbas eran vitaminas; la que has cambiado has sido tú. El veneno estaba en tu mente, en tu actitud, y ahora lo sustituye el amor».
La suegra de Lili

Y es que muchas veces obtendremos de los otros lo que les ofrecemos, por eso, si das amor, recibirás amor a cambio.

EL LAUREl

Ilustración: Alberto Vázquez

El laurel

Cerca de un arroyo de aguas cristalinas había un pequeño bosque repleto de árboles y plantas. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y aromas, por lo que quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíces. En cambio un laurel dijo: «Voy a invertir mi savia en tener una buena raíz, así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten».

Las otras plantas estaban muy orgullosas de ser bellas y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unas y otras, y se reían de los demás. El laurel sufría a cada instante esas burlas. Pero él estaba convencido de lo contrario, deseaba tener una buena raíz para que sus hojas crecieran sanas.

Un buen día se desató una terrible tormenta y sacudió y resopló sobre el bosque. Las plantas con flores se vieron tan fuertemente golpeadas que, por más que gritaban, no pudieron evitar que el viento las destruyera. En cambio, el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas perdió unas cuantas hojas.
Fue entonces cuando todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón... es nuestra fuerza interior. 
El laurel

sábado, 4 de enero de 2020

La navidad es muy triste para muchas personas

Para las personas que están en proceso de duelo, el sufrimiento y la nostalgia por la ausencia de la persona fallecida puede pesar más que nunca en la época de Navidad. Emociones como la tristeza, el miedo, el enfado pueden surgir con más facilidad y resultarnos más difíciles de controlar en estas fechas. Nos incomodan más que nunca las luces, los villancicos, las comidas… e incluso la felicidad de los demás
La verdadera esencia de la Navidad está en compartir con nuestros seres queridos la alegría por reencontrarnos después de tanto tiempo, los abrazos y gestos de cariño que recibimos deseándonos lo mejor para el próximo año, el reencuentro familiar en torno a una mesa para compartir los manjares que con tanto amor han cocinado para nosotros… En general es tiempo de alegría y felicidad que se convierte en un infierno para aquellas familias que acaban de sufrir la muerte de un ser querido.
lo que se quiere hacer; meterse en la cama deseando que estos días hubieran pasado ya, y lo que los demás esperan que se haga en estas fiestas. Quienes nos rodean nos piden que estemos con ellos, que sigamos adelante con fuerza o, simplemente, que estemos bien y volvamos a sonreír… y lógicamente,  no se desea arruinar la fiesta a nuestra familia o amigos, y menos que se preocupen aún más por nosotros.
Muchas personas o familias en duelo, sobre todo en las primeras Navidades después de la pérdida, optan por no celebrar nada en esos días de fiesta. Intentan seguir con su vida, hacer como si fuese un día normal. Otras familias prefieren hacer algo distinto, como por ejemplo, organizar un viaje a un sitio diferente. Algo que no les recuerde estas fechas, que no le recuerde lo sucedido, donde no conozcan a nadie… a salvo de los rituales navideños.
Tanto la huida como la negación son reacciones humanas naturales, e incluso parte del proceso de afrontamiento de la pérdidao duelo. Ambas opciones son comprensibles; sin embargo, la pena se lleva dentro, vaya donde se vaya.
Pautas orientativas para familias en duelo: Cómo afrontar la nueva Navidad
Lo que está claro es que tras la pérdida de un ser querido, ya nada volverá a ser lo mismo. Sin embargo, tarde o temprano os veréis obligados a construir una nueva Navidad, a afrontar la celebración que se repetirá año tras año y a crear nuevas formas de vivir estas fiestas. Si hay que afrontarlo ¿porqué no hacerlo directamente y cuanto antes? Quizás sientas que no tienes las fuerzas necesarias, pero seguro que no estás solo/a y te estará permitido flaquear. Al menos, plantéate alguna de estas sugerencias:
  • Derribar los muros del silencio: Reúne a la familia para acordar cómo afrontar la nueva situación de una manera abierta y natural. Es importante que todos podáis expresar vuestros sentimientos e inquietudes sin censura, vuestras opiniones y deseos de cómo afrontar estas fechas, las tradiciones que queréis mantener, las que no queréis llevar a cabo, si hay que hacer algo nuevo… Es un momento para que cada uno pueda participar y expresarse; los mayores, los niños, los adolescentes… Lo más difícil va a ser dar el paso, pero con esta simple  respuesta se dará a entender que cada uno de ellos importa, que os concedéis permiso para expresar vuestras emociones y sobre todo, que os necesitáis mutuamente
  • Fomentar normas familiares explícitas y consensuadas: Repasar las tradiciones que mantenéis en vuestra familia: el árbol de navidad, el Belén, las comidas, los regalos, las visitas a familiares y amigos… y dejad que cada uno exprese su sentir respecto a cada uno de ellos. Aunque haya discrepancias, crear un espacio para escucharos mutuamente y pactar lo que podéis o no hacer y compartir.
  • Tener en cuenta la opinión de los más pequeños e incorporarles en todos los rituales de recuerdo: No podéis fingir que todo sigue igual, que no ha pasado nada. Los niños son sensibles y percibirán que la situación ha cambiado. Si además, les ocultamos nuestros sentimientos, pueden responder con recelo y desconfianza. Cuando un niño afronta una situación de crisis, de la que no tenía referente previo, tiende a mirar e imitar a los adultos que le rodean. Si percibe miedo, responderá con miedo. Si percibe que afrontamos abiertamente la situación, reaccionará de la misma manera. Un niño no teme a la muerte si los adultos que le rodean no temen sus preguntas ni esconden sus sentimientos. Y al igual que los adultos, necesitan estar presentes en el conjunto de rituales sociales que rodean a la muerte de un ser querido, aunque sea en menor tiempo de exposición, pues ellos también necesitan
  • interiorizar la situación. El hecho de ser testigos y partícipes de los mismos, les ayudará a asimilar la situación de una manera más rápida y adaptativa.
  • Recordar simbólicamente a la persona ausente: Quizás podéis plantear la posibilidad de introducir algún ritual nuevo en la familia, como por ejemplo, poner la foto de la persona ausente cerca del árbol de navidad o en algún lugar significativo con un par de velas o los dibujos de los más pequeños de la casa, o simplemente antes de comenzar una cena, cerrar los ojos y sentir que esa persona está presente en un día tan especial, aunque su silla esté vacía. Facilitar un momento, espacio o lugar específico donde rememorar a nuestro ser querido, o poder acudir cuando sintamos nostalgia, nos ayudará a deshacer el nudo emocional que nos oprime, o simplemente un espacio en el que poder desbordarse emocionalmente, si es necesario. Vivir momentos así o tener la seguridad de poder acudir a espacios como éstos, puede ayudarnos a que el resto del tiempo pueda vivirse con menos dolor.
  • mdel cambie. Para poder darnos cuenta de las cosas verdaderamente significativas, de lo que representa vivir la vida con plenitud. Poder discernir lo que tiene realmente importancia de aquellas otras cosas por las que nos preocupamos, nos enfadamos, discutimos… sin carecer apenas de sentido. Aprender a disfrutar de los pequeños grandes detalles de la vida: la compañía de nuestros seres amados, una comida familiar, una cena con los amigos, un momento de paz y tranquilidad o simplemente un gesto de cariño de tu pareja, a tu hijo o a tu madre… tantas cosas que por sí mismas justifican el haber nacido. Y que seguramente la persona ausente disfrutó en su día en nuestra compañía. undo El triste tener que sufrir la pérdida de un ser querido para que nuestra visión

viernes, 3 de enero de 2020

Tasando votos

 
 
 
Hace bastantes años un escritor de mi tierra publicó un célebre artículo que se titulaba más o menos “En Babia”, cuyo resumen es éste: “Mientras yo estoy aquí en Babia (una de las comarcas más bellas de aquella región), ahí tenéis a los escritores de Madrid trepando por la cucaña, zancadilleándose y atropellándose es pos de prebendas, premios, honores...”. Yo era entonces uno de esos “escritores de Madrid”, bastante solitario y, desde luego, sin prebendas, premios ni honores, y me llamó mucho la atención aquel artículo, porque a su autor, más joven que yo, ya le habían dado, desde Madrid, claro, una cantidad considerable de premios y rosas naturales en atención a que vivía en Babia (naturalmente se trasladó a Madrid en cuanto tales beneficios se lo permitieron).
 Cuando se redactó la ley electoral a la que aún nos atenemos se tuvo en cuenta a todos aquellos que vivían en Babia, lo que hoy ha dado en llamarse la España vacía o la España vaciada, validando la división en provincias del siglo XIX. Ello dio carta de naturaleza a una desigualdad ya secular: en Madrid son necesarios 180.000 votos para obtener un escaño y en Soria basta
TAL VEZ HA LLEGADO EL MOMENTO DE QUE TODOS LOS VOTANTES TENGAN EL MISMO VALOR
45.000, o sea, en proporción de uno a tres. Se trataba así de paliar el ostracismo de las zonas menos pobladas y más aisladas, del que se han beneficiado de paso regiones en absoluto despobladas u orilladas, como las provincias vascas y catalanas, entre otras.
 45.000, o sea, en proporción de uno a tres. Se trataba así de paliar el ostracismo de las zonas menos pobladas y más aisladas, del que se han beneficiado de paso regiones en absoluto despobladas u orilladas, como las provincias vascas y catalanas, entre otras.
El caso es que algo ha cambiado radicalmente desde entonces: gracias a internet hoy todos estamos igual de conectados y los billetes de avión de León a Bolonia o Frankfurt pueden costar menos que los de Madrid a Valladolid en tren, y el parque móvil ha aumentado tanto que la movilidad de la población recuerda mucho la boca de un hormiguero. Quiero decir que los que hasta ahora estaban en Babia saben y viajan tanto o más que los que no tenemos otra que quedarnos en Madrid, a menudo con cara de panolis por “las cosas que hemos visto”, que decía Falstaff. Así pues, tal vez ha llegado el momento en que el voto de una o un babieco, soriano, vizcaíno o geru.ndense valga tanto como el mío (con perdón). Y lo digo no por egoísmo, sino por humildad: en absoluto se siente uno tres veces más inteligente, premiado ni generoso que ninguno de ellos.
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Material de desecho

 
 
 
Círculo de Lectores, propiedad estos últimos años de Grupo Planeta, ha cerrado. Desde su nacimiento en 1962, ese gran club de lectura, que llegó a tener millón y medio de socios, seleccionaba los mejores textos entre todo lo que se editaba en España, los ofrecía a precios asequibles y los enviaba a casa. Para gentes de pequeñas poblaciones o de barrios desprovistos de librerías, Círculo era el referente imprescindible, el librero-consejero que les ofrecía lo mejor de la literatura.
Era… en el pasado. El presente, por lo que parece, está lleno de ciudadanos a los que los libros les importan un comino. Empezando por los propios responsables de algunas grandes editoriales: mientras procedía al cierre de Círculo de Lectores, el Grupo Planeta informó además a una serie de interesados de que iba a destruir miles de ejemplares de sus obras. (Todos los escritores hemos recibido alguna vez esa notificación y nos hemos preguntado cómo es posible que no exista ninguna fórmula para salvar los volúmenes que ya nadie quiere comprar, pero quizá sí leer. No es fácil: aunque parezca mentira, muchas bibliotecas e instituciones no aceptan donaciones).
Lo más doloroso del caso es que no se trataba de novelas de cualquier escritor más o menos conocido, sino de miles de ejemplares de las obras completas de autores como Carmen Martín Gaite, Francisco Ayala, Juan Goytisolo o Mario Vargas Llosa. Algunos de los consagrados de la literatura en castellano, cuyos textos habían sido cuidadosamente recogidos y preparados
AUNQUE PAREZCA MENTIRA, MUCHAS BIBLIOTECAS NO ACEPTAN DONACIONES DE LIBROS
por esforzados editores. Lo cuento en pasado porque parece que finalmente Planeta negociará una cesión a la Biblioteca Nacional, pero el intento de deshacerse de todo eso quedará ya para siempre ahí.
Recuerdo aquella España de los años sesenta y setenta, llena aún de gente analfabeta y humilde, en la que sin embargo se vendían a puñados las obras completas de grandes autores que publicaba, por ejemplo, la editorial Aguilar. Volúmenes exquisitos y caros, que mucha gente tenía en sus casas porque gastar dinero en libros era algo bueno y prestigioso. Y la comparo con esta España de ahora, mucho más culta –se supone–, mucho más rica, en la que los bares siempre están llenos y las librerías vacías. Y en la que los libros terminan por convertirse en material de desecho. ¿Qué pensarán de nosotros nuestros nietos?
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Quim monzó

 
 
 
Este verano tomé una decisión irrevocable. Inspirado por el ejemplo de Greta Thunberg, decidí no coger nunca más un avión ni un tren de alta velocidad en mi vida, para no dejar el planeta perdido de CO2. Es mi grano de arena en la lucha contra la crisis climática. Un grano de arena es poca cosa, pero millones de granos de arena forman una playa.
Mi decisión ha hecho que estas fiestas navideñas me haya quedado en casa, en vez de ir a las Seychelles o Pernambuco, como hacía cada fin de año. No tengo yo un catamarán sostenible para pasearme por el mundo. De haber sido así, esta vez hubiese optado por Japón. Nunca he estado en Japón por Navidad. (Ni por Navidad ni en ninguna época del año, todo sea dicho.) Hubiera ido a Fukuoka, una linda ciudad situada en el norte de la isla Kyushu, lugar de nacimiento de la célebre cantante Ayumi Hamasaki, que combina con maestría electropop, rock y rhythm and blues.
ESTA NAVIDAD, EN VEZ DE IR A SEYCHELLES O PERNAMBUCO, ME HE QUEDADO EN CASA
Pero, aun siendo mucha mi admiración por Ayumi Hamasaki, no hubiera viajado a Fukuoka por ella, sino porque tiene el hotel más barato del mundo. Dispone de diez habitaciones, pero si te alojas en la número 8 pagas menos de un euro por día. Exactamente, 80 céntimos. Pero alojarse en esa habitación tiene condiciones. Durante toda tu estancia, una serie de cámaras te filman constantemente y, por YouTube, transmiten en directo tus actividades. Veinticuatro horas al día. Sin sonido. Y sin cámaras en el cuarto de baño. Otra condición: nada de mantener relaciones sexuales en esa habitación. Supongo que se refieren a relaciones sexuales entres dos o más personas porque, practicado con discreción, un buen edredoning autosatisfactorio no es fácil de detectar. Nadie sospechará.
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miércoles, 1 de enero de 2020

Claustofobia

La claustrofobia es un trastorno de la ansiedad en el cual, como su nombre indica, se sufre un miedo a estar enclaustrado, es decir, una fobia a entrar o permanecer en un lugar cerrado del que la persona piensa que no va a poder salir, ya sea un ascensor, un autobús, un avión, una habitación cerrada, una sala de espectáculos… Pero este miedo incontrolable no se debe a las características del espacio en sí, porque sea oscuro o pequeño, sino a pensamientos irracionales sobre las consecuencias catastróficas que la persona afectada por esta fobia imagina que puede sufrir en dichos ambientes, como no poder moverse, que se va a asfixiar por falta de aire o que jamás podrá escapar de la sala o el habitáculo que le asusta, todo lo cual deriva en una sintomatología física asociada a altos niveles de ansiedad.


Causas de la claustrofobia

En la mayoría de las ocasiones, la claustrofobia se debe a la vivencia de una experiencia poco agradable en un espacio pequeño u oscuro, lo que hace que cuando vayamos a entrar en este tipo de lugares rememoremos aquellas sensaciones desagradables que experimentamos. Situaciones como haberse quedado encerrado en el ascensor, o en un aseo de un restaurante donde no se abre el pestillo de la puerta pueden ser los desencadenantes de la claustrofobia, independientemente del número de veces que hayamos usado el ascensor o ido a ese restaurante con anterioridad, pero también la vivencia de otras situaciones más graves, como un secuestro o un castigo reiterado en un cuarto oscuro, son suficientes para generar una relación de miedo en nuestra vida a los espacios cerrados.
Sin embargo, hay personas que sufren claustrofobia sin haber vivido en sus carnes este tipo de episodios desasosegantes. En algunos individuos basta con el visionado de una película en donde el protagonista vive un encierro o situación claustrofóbica que nos haya impresionado o generado una gran sensación de inquietud, o incluso que nos hayan contado un caso de este tipo que le pasó a otra persona, para que se cree ese vínculo que deriva más adelante en este trastorno.
Recientes investigaciones han comprobado cómo las personas que sufren claustrofobia muestran alteraciones cognitivas a la hora de calcular y valorar el espacio que tiene delante, percibiéndose todo más pequeño y estrecho de lo que realmente es, lo que explicaría por qué se produce esta vivencia incluso en lugares grandes como pudieran ser un Jumbo o un cine. Esta alteración de la percepción facilita que pueda presentarse la reacción exagerada de esta fobia en casi cualquier espacio que no sea diáfano y abierto.
Se estima que la claustrofobia puede afectar, aunque en distintos grados, a una de cada 20-30 personas. El origen de esta fobia puede producirse en cualquier momento de la vida, ya sea en la infancia o en la edad adulta, aunque la edad de inicio promedio suele bordear los 20 años.


A pesar del alto porcentaje de afectados, son pocos los pacientes con claustrofobia que solicitan ayuda profesional al respecto, ya que creen poder controlarlo simplemente evitando los lugares cerrados, es decir no afrontando ni enfrentándose a la situación temida, sin darse cuenta de que poco a poco esta decisión va a producir un efecto de generalización a nuevas situaciones fóbicas, lo que puede llegar a interferir cada vez más en su vida diaria social –al ser incapaz incluso de acudir a cines, discotecas…– e incluso en su desempeño laboral –no poder trabajar en oficinas pequeñas, en determinados trabajos en los que haya que viajar o cuyos espacios sean cerrados u oscuros–.
Imagina que tienes que ir a una entrevista y que cuando vas a subir al autobús sientes que se te dispara el corazón, te falta la respiración, y empiezas a pensar que “si subes no podrás bajar nunca de ahí”; o que te tienes que realizar una prueba médica con técnicas de neuroimagen, como un TAC o una resonancia magnética, en donde se debe permanecer quieto durante unos minutos dentro de una máquina y que nada más verla te entran sudores fríos por todo el cuerpo y te empiezan a temblar las piernas, pensando que “no voy a salir de ahí”. En ambos casos procurarías no coger el autobús o hacerte las pruebas médicas con todas las consecuencias que ello puede entrañar, y todo para evitar un miedo a un futuro catastrófico al que no te quieres enfrentar.
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La resistencia a los Antibióticos contada con sencillez

Las superbacterias, superbugs (en inglés) o gérmenes multirresistentes, son bacterias o gérmenes que se han hecho fuertes frente a los tratamientos antibióticos disponibles.
Los gérmenes resistentes que causan neumonía, infecciones urinarias, infecciones generalizadas conocidas como sepsis, etc., son un grave peligro difícil de controlar.
Se estima que las superbacterias causan la muerte de unas 700.000 personas por año. En 2009, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, según sus siglas en inglés) estimó que, en la Unión Europea, aproximadamente 400.000 pacientes al año sufrieron una infección causada por una de las cinco bacterias multirresistentes más comunes y unos 25.000 pacientes al año murieron debido a esa infección.
 El empleo de antibióticos, si bien ha supuesto uno de los mayores avances en la práctica médica, ha conllevado una pérdida de la sensibilidad a los mismos a través de mecanismos de resistencia. Este problema, hasta hace pocos años, era resuelto mediante la aparición de nuevos antibióticos.

Lo más “barato” sería invertir en prevención

Invertimos mucho dinero y recursos cuando ya se han producido las infecciones (alto consumo de antimicrobianos de nueva generación con elevados costes), pero invertimos muy poco en su prevención, siendo lo más económico, lo más sencillo y, sobre todo, lo que evita la enfermedad infecciosa y sus consecuencias.
Hay muchos gérmenes considerados superbacterias. Entre ellos, destacamos la Klebsiella pneumoniae, el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, la Pseudomonas aeruginosa resistente a antibióticos habituales, la Escherichia coli, entre otros
Por todo lo explicado, estamos en la obligación de invertir al máximo en medidas preventivas y en todo lo que contribuya a evitar la enfermedad infecciosa antes de que ocurra. Los especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública son los encargados de estas funciones por su formación y capacidad.
Hasta que no se comprenda el coste-beneficio a medio y largo plazo, no se solucionará el problema o quizá puede que ya sea demasiado tarde y hayamos agotado el arsenal terapéutico disponible.
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Fases de un Ensayo Clínico

¿Quieres conocer las fases de desarrollo clínico de un fármaco?

Antes de que el fármaco sea probado en seres humanos, la eficacia y seguridad de este, debe ser evaluada en animales. Si al final de este proceso, conocido como fase preclínica se superan los requisitos necesarios, el fármaco pasaría a probarse en personas en lo que se denomina fase clínica.

Evaluación de la seguridad

Permite entender cómo el fármaco actúa en el cuerpo, y cómo el cuerpo reacciona frente al fármaco (cómo se absorbe, se distribuye y se metaboliza). Generalmente se estudia en un pequeño grupo de voluntarios sanos.

Evaluación de la eficacia

Evalúa la eficacia del fármaco, y por lo tanto se lleva a cabo en una población de pacientes. En esta fase se evalúan los efectos adversos a corto plazo y los riesgos de seguridad asociados al fármaco en investigación.

Confirmación de hallazgos en una población mayor de pacientes

Confirma la seguridad y los beneficios terapéuticos del nuevo fármaco o combinación de éstos en un grupo mayor de pacientes. Si los resultados son positivos, se solicita la autorización del fármaco para uso clínico.

Revisión del tratamiento en práctica clínica

Son los estudios que se realizan una vez el fármaco está en el mercado y por tanto en una población mucho mayor. Están diseñados para evaluar la seguridad y eficacia del fármaco a largo plazo.
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