miércoles, 7 de julio de 2021

Las nuevas tecnologías nos acercan una atención médica más eficiente y personalizada

 Es evidente que el desarrollo tecnológico avanza a un ritmo cada vez más acelerado, haciendo que el peso de lo digital aumente en multitud de circunstancias de nuestra vida cotidiana. Esto incluye, por supuesto, la atención sanitaria. El uso de la tecnología está propiciando un entorno cada vez más cambiante en este ámbito, donde conceptos como la medicina personalizada o la salud centrada en el paciente son ya una realidad

Hoy en día, alrededor de un 80 % de la población española utiliza con frecuencia internet, hecho que permite la incorporación de la ciudadanía a nuevas formas de relación con la salud, como pueden ser la telemedicina o las aplicaciones (apps) sanitarias.1

El número de teleconsultas sigue una tendencia ascendente

A la hora de definir qué es la telemedicina, tal y como su nombre indica, podemos decir que se trata de una medicina a distancia, donde a través de recursos tecnológicos puede facilitarse el diagnósticoel tratamiento y, en general, la atención que reciben los pacientes.  Las teleconsultas tienen como objetivo optimizar los procesos asistenciales, tanto en medicina familiar como en otras especialidades, para así lograr una monitorización más efectiva de la evolución de los pacientes.2

El pasado año, con motivo de las Jornadas Nacionales de Medicina y Nuevas Tecnologías organizadas por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), se destacó desde este colectivo la importancia del uso de la tecnología en consulta, percibida como una aliada a la hora de afrontar los retos presentes y futuros de la sanidad.

En España cada vez son más los programas que buscan aumentar este tipo de prácticas. Por ejemplo, según datos del Institut Català de Salut (ICS), en el año 2017 en esta comunidad autónoma el número de consultas no presenciales creció un 9,1 %.

El desarrollo de la telemedicina puede favorecer la equidad y promover la accesibilidad de los pacientes independientemente de su lugar de residencia o sus recursos económicos. Al mismo tiempo facilita el trabajo asistencial de los profesionales, así como su formación.

Las apps permiten mejorar la experiencia del paciente

Otras herramientas que forman pate de nuestro día a día son las apps sanitarias. Gracias a ellas se pueden llevar a  cabo mediciones de la frecuencia cardíaca durante el ejercicio físico, obtener parámetros clínicos e incluso realizar ecografías.1

Existen, por ejemplo, aplicaciones que permiten a pacientes con diabetes llevar un control de su enfermedad de forma sencilla. Pueden consultar fácilmente sus niveles de glucosa en sangre, así como acceder a consejos sobre estilo de vida, actividad física o alimentación facilitados por profesionales.

Por todo ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició a finales de 2019 un plan a nivel mundial para potenciar el uso de las tecnologías digitales de una forma ética y segura.3

En términos generales, el uso de estos recursos puede reportar importantes beneficios para el Sistema Nacional de Salud, como la disminución de costes e ingresos clínicos, o el aumento de la capacidad de automanejo y el control de los síntomas por parte del paciente,  además de facilitar el trabajo de seguimiento por parte de los médicos.




 






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