lunes, 19 de julio de 2021

El método japonés para evitar los berrinches en niños

 

Aunque parezca imposible evitar los berrinches en niños, existe un sencillo método japonés para lograrlo con cinco pasos

Los berrinches en niños o rabietas pueden ser muy difíciles de controlar, especialmente cuando ocurren mientras estamos en un lugar con mucha gente, como el centro comercial, el supermercado o una reunión familiar, pues el pequeño suele gritar descontroladamente, llorar o incluso tirarse en el piso. Parece algo imposible de manejar, pero existe un método japonés ideal para lograrlo de forma sencilla.

Muchos padres simplemente pierden la paciencia ante los berrinches de los niños, pero hacerlo solo empeora las cosas, así que mejor respira hondo y pon en practica las siguientes recomendaciones.

No eres el único que se pregunta cómo evitar berrinches en niños y antes de regañarlos sin control, será mejor que apuntes los secretos de los padres japoneses para que los pequeños tengan un buen comportamiento y al mismo tiempo, mantengan un vinculo saludable con mamá y papá.

¿Cómo evitar los berrinches en niños?

Los berrinches o rabietas son comportamientos o arrebatos emocionales perturbadores o desagradables. Se presentan con frecuencia en respuesta a deseos o necesidades insatisfechas y cuando no se pueden expresar las necesidades o controlar las emociones cuando hay frustración.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., explica que las rabietas generalmente comienzan alrededor de la edad de 12 a 18 meses. Empeoran entre los 2 y 3 años, luego disminuyen rápidamente hasta la edad de 4 años. Después de esta edad casi no deben volver a presentarse.

De acuerdo con el sitio especializado en cultura japonesa, Savvy Tokio, evitar los berrinches en niños solo requiere que los padres mantengan una serie de hábitos que buscan fortalecer la comunicación, fomentar el respeto y enseñar a los pequeños a expresar sus emociones. Estos son los ejes fundamentales del método japones:

1. Comunicación

Regañar a tus hijos y gritarles por todo no ayuda a que tengan un buen comportamiento, al contrario. Así que esfuérzate en platicar con tu hijo, genera un canal de confianza que los haga más cercanos y fortalezca su vínculo afectivo. Si lo haces, ante cualquier problema o confusión por una decisión, se acercará a ti porque estará seguro de que lo escucharás y no solo le reprocharás cosas.

Cuando los pequeños hablan de sus sentimientos y emociones con sus padres sin miedo a recibir un regaño, mejora notablemente el comportamiento, no hacen cosas a escondidas y hasta tendrá una mejor relación con el entorno, pues si se sienten escuchados, sabrán que no es necesario tirarse al suelo, gritar o llorar desconsoladamente para recibir atención.

Nunca subestimes su salud emocional, si notas que está frustrado o enojado todo el tiempo, acércate y pregunta qué le sucede, pues no es algo normal en los niños.

Cuando tu hijo hace alguna maldad o una acción incorrecta, lo peor que puedes hacer es decirle cosas como “eso estuvo mal o eso no se hace”, pues lo ideal es hacerle entender que lo que hizo es inadecuado, pero con sensibilidad, es decir, de forma relajada y amigable, así que en vez de decirle que eso está mal, explícale por qué, las consecuencias que podrían surgir y por qué no debería repetirlo.

Mediante esta técnica evitas los berrinches en niños, porque desde una edad temprana comprenden a profundidad las consecuencias de sus acciones y será más sencillo que eviten repetirlas.

¿Están en el supermercado y el niño está a punto de hacer un berrinche porque no le compras el juguete que quiere? Calma, la mejor forma de evitar estas rabietas es negociando. Si sabes que al salir de compras se aferra a obtener algo que en ese momento no puedes darle, lo mejor es que te prepares y platiques con el pequeño antes de salir de casa. Dile que esta vez no puedes comprarle un juguete o una golosina, porque ahora es el turno de mamá o papá para disfrutar de algo. Solo comprométete a darle alguna cosa en la siguiente ocasión que vayan y cúmplelo, así no habrá necesidad de que haga berrinches.

Claro, si quiere algo que definitivamente no puedes darle, debes explicarle por qué no es posible que lo tenga y lo que podrías darle en lugar de eso que tanto quiere.

4. Empatía

Mientras que los padres occidentales suelen exigir que los niños cumplan con sus órdenes verbales y castigos, los padres japoneses son conocidos por enseñar a los hijos cómo sus acciones afectan los sentimientos de los demás, incluyendo los de animales y objetos. De esta manera, los niños aprenden desde temprana edad que deben considerar a los demás antes de actuar, por que lo que hacen y dicen pueden tener efectos en las emociones de otros.

Mientras lees esto, probablemente piensas que es imposible mantener la calma mientras los niños hacen berrinches, pues es una situación que nos puede causar mucho estrés y enojo, pero por ningún motivo debes permitir que te dominen estas emociones negativas, porque terminarás insultando o hasta golpeando al pequeño. Lejos de ser efectivo para mantener le buen comportamiento, esto solo hará que el niño piense que es normal perder el control y actuar de manera violenta ante situaciones frustrantes.

Si las rabietas están empeorando y crees que no puedes manejarlas, busca el consejo de tu proveedor de atención médica. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda llamar al pediatra si los berrinches empeoran después de los 4 años, el niño se lesiona o lesiona a otros o destruye pertenencias durante las rabietas, contiene la respiración durante las rabietas, en especial si se desmaya, tiene pesadillas, involución en el control de esfínteres, dolores de cabeza, dolores estomacales, ansiedad, se niega a comer o ir a la cama o se aferra a ti.



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