¿Qué le ocurre a nuestro cerebro cuando ingerimos azúcar?
En las últimas décadas, se han hecho grandes descubrimientos en relación con cómo nuestra dieta influye en nuestra salud. Esto es especialmente cierto cuando se trata del azúcar. Todos sabemos que el exceso de azúcar es perjudicial. Puede causar obesidad, diabetes y caries. Además del daño que causa a nuestro cuerpo, también afecta al cerebro. Sabemos que la ingesta de cantidades exageradas de azúcar afecta a nuestro cuerpo y comportamiento.
No resulta fácil renunciar al picoteo dulce y a los caprichos, pero cuando entiendas cómo y por qué, verás que el cambio es posible. Haz clic en la galería para descubrir qué ocurre a nuestro cerebro cuando ingerimos azúcar, y cómo solucionarlo.
Antes, los seres humanos eran cazadores y recolectores que tenían que trabajar duro para nutrirse adecuadamente. Gracias a la evolución, empezamos a apreciar los alimentos dulces por ser, normalmente, importantes fuertes de energía. Además, quienes conseguían alimentos de alta densidad calórica, tenían más posibilidades de sobrevivir.
Cuando comemos alimentos dulces, se dispara una reacción química en el cerebro relacionada con el sistema de recompensas, ya que se libera dopamina.
La liberación de dopamina se interpreta como una señal de estar viviendo una experiencia positiva. Por lo tanto, la dopamina nos impulsa a repetir. Esta sustancia solía reforzar conductas que eran buenas para nuestra supervivencia.
En este caso, está claro que nuestros antecesores prehistóricos necesitaban comer alimentos ricos en azúcar para sobrevivir. No obstante, la gente no tenía acceso a tantas comidas dulces como ahora.
Nuestros cuerpos no han cambiado demasiado en comparación con nuestros antecesores, pero nuestra dieta, sí. Seguimos teniendo un fuerte sistema de recompensas que refuerza nuestro deseo de azúcar, pero actualmente nos perjudica más de lo que nos ayuda.
La dieta moderna incluye una cantidad excesiva de comidas azucaradas, lo cual da lugar a una enorme variedad de problemas de salud. Es difícil luchar contra el instinto de consumir más y más. Es importante entender cómo responde el cerebro al consumo de azúcar para poder controlarlo.
El cerebro es flexible y se remodela y se reconfigura continuamente. Este proceso se llama neuroplasticidad o plasticidad neuronal y también puede darse en el sistema de recompensas.
El consumo frecuente de alimentos azucarados hace que el sistema de recompensas del cerebro se active una y otra vez. A través de la neuroplasticidad, el cerebro se adapta a su frecuente estimulación y desarrolla una especie de tolerancia.
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