viernes, 29 de diciembre de 2023

¿Qué es la oncología radioterápica y por qué es buena para el cáncer?


 Los cánceres más diagnosticados en España son colon y recto, mama, pulmón, próstata y vejiga urinaria, según la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN).

Para tratar estos tipos de cáncer y en general, todos los cáncer los tratamientos más conocidos son la quimioterapia y la cirugía, pero existen más alternativas como la oncología radioterápica que utiliza la radiación para tratar a los pacientes.

Qué es la oncología radioterápica?

La oncología radioterápica es un tratamiento en el cual se utiliza radiación ionizante en las zonas de actividad tumoral con el objetivo de eliminar el tumor o aliviar los síntomas. Este tratamiento se puede utilizar en múltiples ocasiones durante el transcurso de la enfermedad.

Este tratamiento forma parte del tratamiento multidisciplinar que reciben los pacientes de cáncer. Durante la terapia permite preservar los órganos ya que minimiza el efecto sobre los tejidos sanos.

El 60% de los pacientes necesita radioterapia y el 40% consigue curarse, según la Sociedad Española de Oncología Radioterápica. El tratamiento con radioterapia siempre es individualizado, cada enfermo deberá contar con un tipo de tratamiento específico. De esta manera, existen varios tipos de radioterapia:

  • Radioterapia neoadyuvante: consiste en el primer tratamiento cuando el objetivo es reducir el tamaño del tumor para facilitar la cirugía posterior.
    • Radioterapia radical: se denomina así cuando es el único tratamiento que se aplica y se tiene el objetivo de curar la enfermedad o mantener la función del órgano.
    • Radioterapia adyuvante: se aplica después de la cirugía o quimioterapia para consolidar el tratamiento.
    • Radioterapia concomitante: se realiza junto con otros tratamientos como la quimioterapia para mejorar los resultados de cada terapia.
    • Radioterapia intraoperatoria: consiste en la aplicación de una dosis durante la cirugía.

    El 19 de diciembre se celebra en España el día de la Oncología Radioterápica, debido a que es la fecha de la primera curación documentada con este tratamiento.

    ¿Qué se hace en oncología radioterápica?

    La radioterapia se puede distinguir en externa o interna dependiendo de su administración. En la radioterapia externa se realiza a través de máquinas que realizan el tratamiento y en la interna se colocan en el interior del paciente.

    Antes de empezar con el tratamiento se realiza una simulación para determinar los parámetros que son necesarios en cada paciente, estos parámetros varían dependiendo del tipo, localización y extensión del tumor.

    Para empezar el tratamiento es necesario determinar qué posición va a ser la más adecuada para llevar el tratamiento y posteriormente, se deberá inmovilizar al paciente. Después, se lleva a cabo un TAC para conocer y localizar las estructuras sanas que deben protegerse de la radioterapia.

    Una vez el equipo médico tiene identificada la zona de tratamiento procede a determinar la dosis y la forma correcta de administrar la radiación. Durante el tratamiento, el equipo médico realiza unas señales en la piel del paciente que le permitirán conocer donde se administra el tratamiento.

    En el caso de la radioterapia interna, se colocan los implantes bajo sedación o anestesia general y en estos casos, es posible que se necesite hospitalización ya que el paciente debe estar controlado en todo momento.

    ¿Qué beneficios tiene la radioterapia?

    El mayor beneficio que produce la radioterapia es su precisión y personalización. Lo importante en este tratamiento es conocer exactamente la zona que se quiere irradiar y verificar si es efectivo en el momento, esto permitirá tratar con dosis más altas en menos tiempo.

    Los tratamientos actuales cuentan con una gran precisión, por lo que estos tratamientos permiten delimitar la zona de aplicación sin afectar a otras zonas del cuerpo durante las sesiones.

    ¿Qué sigue después de la radioterapia?

    Dependiendo de las dosis necesarias y el número total de sesiones que requieran los pacientes la radioterapia puede durar entre dos y siete semanas. Cada sesión concreta dura unos pocos minutos y se debe realizar una sesión cada día.

    La administración correcta para conseguir el mayor beneficio terapéutico consiste en administrar una sesión al día durante cinco días a la semana, descansando dos. Se realiza de esta manera para asegurar la mejor recuperación de los tejidos sanos.

    Una vez finalizado el tratamiento se deben realizar visitas de control y seguimiento para valorar los efectos secundarios en el caso de que se produzcan o la evolución del tumor. La frecuencia de las visitas irá disminuyendo a medida que vayan desapareciendo los síntomas.


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