Cataluña amplía la alerta por sequía y ya tiene 301 municipios con restricciones

 

El 10% de la población catalana vive en zonas con limitaciones en el consumo doméstico de agua

La Generalitat activa las alertas ante la sequía persistente

Más restricciones en Cataluña a costa de la sequía persistente, que lleva ya casi un año en situación crítica. La falta de lluvias ha obligado a la Generalitat a extender la alerta hidrológica a un nuevo acuífero, el de Fluvià Muga (en Gerona). Con ellos, son ya nueve las cuencas internas en estado crítico y 301 municipios, con casi 700.000 habitantes, los que han pasado a vivir con limitaciones en el consumo de agua.

Como ha ocurrido con anterioridad en otras zonas, el acuífero de Fluvià Muga ha sufrido un descenso constante de su nivel en los últimos meses, lo que ha llevado a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a tomar medidas para reducir el consumo de agua. Esta cuenca, cuya masa subterránea se encuentra ahora a 15,4 metros sobre el nivel del mar, abastece a 22 municipios del Alt Empordà

Como ha ocurrido con anterioridad en otras zonas, el acuífero de Fluvià Muga ha sufrido un descenso constante de su nivel en los últimos meses, lo que ha llevado a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a tomar medidas para reducir el consumo de agua. Esta cuenca, cuya masa subterránea se encuentra ahora a 15,4 metros sobre el nivel del mar, abastece a 22 municipios del Alt Empordà.

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Las restricciones, que pasarán a aplicarse una vez quede publicada la nueva situación en el Documento Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), implican afectaciones en el uso agrícola, ganadero, industrial y recreativo. Las fuentes ornamentales, por ejemplo, están vacías, el riego de jardines y zonas verdes se limita y queda prohibido limpiar vehículos a nivel doméstico.

Además de este, siguen en situación de alerta las áreas del Carme Capellades, las cabeceras del Ter, el Llobregat Mitjà, el Anoia Gaià, el Empordà, Banyoles, la Serralada Transversal y Prades-Llaberia. De ellos depende el abastecimiento del 10% de la población en Cataluña. El escenario, además, puede empeorar en los próximos meses si, como apuntan las predicciones, no llegan lluvias considerables.