viernes, 3 de diciembre de 2021

Menopausia precoz ¿A qué edad se considera “normal” que comience la menopausia?


 ¿A qué edad se considera “normal” que comience la menopausia?

Lo normal es tenerla entre los 45 y los 55 años, pero hay casos muy precoces de mujeres que la tienen antes de los 30. La menopausia que aparece entre los 35 y los 45 años no se considera tan precoz, pero resulta muy preocupante sobre todo porque desaparece la capacidad fértil de la mujer.

Según datos recientes más de 300.000 españolas sufren menopausia precoz o temprana ¿A qué se debe? ¿Se ha comprobado si hay factores externos que influyan en esta situación?
En la mayoría de las ocasiones la causa es quirúrgica como consecuencia de intervenciones que afectan a los ovarios llegando a eliminar la funcionalidad ovárica de las mujeres. Pero aparte de estas infecciones o intervenciones, como el caso de una histerectomía, también influyen los factores genéticos y parece que, de alguna manera, posiblemente el estrés.

¿Qué supone la menopausia en la vida de una mujer?
Una multitud de cambios que, en ocasiones, alteran y mucho su vida durante esta etapa. Pero es importante recordar que todos tienen solución. Hay que tener en cuenta que además de los síntomas físicos como no tener reglas o padecer sofocos o insomnio, hay otros factores que aunque no son tan visibles son igualmente molestos como la sequedad vaginal, las alteraciones emocionales, los cambios en la figura corporal…

De los numerosos síntomas ¿cuáles son los que has observado que mayor rechazo provocan en las mujeres?
Los sofocos y el insomnio son los más comunes y molestos. Los sofocos se traducen en una repentina sensación de calor y de ansiedad que provoca un aumento del flujo sanguíneo en la piel del cuello, la cara y el tórax con sudoración y palpitaciones, lo que produce un malestar importante. Pero hay otros no tan visibles como la sequedad vaginal que conlleva molestias durante el coito, puesto que se lubrica menos, provocando un malestar en la vida de la mujer. Este es un síntoma que muchas mujeres sufren en silencio y que no se tratan habitualmente.

¿Lo del carácter menopaúsico es un mito?
En esta etapa son frecuentes los cambios emocionales, el estar de pronto irritado o sentir ganas repentinas de llorar... Pero en algunas ocasiones se producen porque hay una depresión previa a la menopausia que se agudiza con la alteración o el fallo de las hormonas durante esta etapa.

¿La menopausia engorda?
Los cambios en la figura corporal, incluso la obesidad, son otra de las alteraciones clásicas de esta etapa. De hecho, a los 20 años tenemos una masa de grasa corporal de alrededor del 26% y a los 50 ésta se sitúa cerca del 40%.

Menudo regalo este de la menopausia…
Y no sólo eso, en este proceso se incrementa el riesgo cardiovascular y las opciones de padecer diabetes. Y tampoco podemos olvidarnos de la osteoporosis, una enfermedad esquelética que se caracteriza por la disminución de la masa ósea que deteriora la microarquitectura del hueso lo que condiciona el aumento de la fragilidad y la posibilidad de fracturas. Esta es la causa de que a veces nos disminuya la talla y de que algunas mujeres sufran cifosis, curvatura fisiológica de la columna vertebral o ‘chepa’, o incluso roturas en la cabeza del fémur, lo que es tremendo porque dificulta el movimiento y en algunos casos provoca intervenciones quirúrgicas. Pero lo importante es incidir en que todos estos efectos se pueden prevenir con los tratamientos adecuados.

¿Alguna buena noticia? ¿Podemos hacer algo para amortiguar sus efectos?
El tratamiento más sencillo y fácil para paliar todos los síntomas es seguir una dieta basada en una alimentación sana y adecuada y realizar ejercicio físico regularmente, lo que ayuda a mantener el peso y la calidad de vida de la mujer. Estas pautas tal vez no eliminen los sofocos, pero sí que mejoran la secreción de algunas hormonas endógenas favorables como la estrona. Por este motivo tampoco es conveniente estar excesivamente delgada e incluso viene bien estar un poco ‘gordita’ ya que la estrona se produce en el tejido graso de la mujer.

¿Pueden las mujeres preparase con anterioridad a tener la menopausia para frenar sus efectos? ¿Qué hábitos deben modificar para afrontarla en mejores condiciones? 
Sí. Lo más recomendable es eliminar el consumo de alcohol y tabaco a partir de los 40 años ya que ambos contribuyen al riesgo de padecer osteoporosis. Además, hay que incidir en la importancia de seguir una dieta equilibrada basada en una alimentación saludable con aumento en el consumo de verduras y frutas y menos grasas, así como en lo adecuado que es realizar ejercicio físico para mantener la elasticidad de los músculos y mejorar la coordinación. El deporte también es bueno para quemar calorías y mantenerse en peso, lo que beneficia la autoestima de la mujer que de esta forma se encuentre psíquicamente mejor.

Algunos expertos señalan que conocer los cambios que provoca la menopausia es la mejor manera de afrontarla con naturalidad. ¿Debería también el entorno de las mujeres estar más informado para ayudarlas en esta etapa? 
Hay estudios realizados en Estados Unidos que hablan de la gran importancia que tiene el apoyo familiar en este proceso, e incluso se están organizando terapias familiares para ayudar a la mujer cuando se acerca a la menopausia. Debemos saber que muchas mujeres que viven la pre-menopausia con alteraciones emocionales pueden ‘caer’ en depresión y sentirse peor cuando empiezan a sufrir los síntomas de la menopausia. Hay que tener en cuenta que además de cambiar el tejido graso, también lo hace la distribución de la grasa. Al cambiar la figura corporal y el peso, en no pocas ocasiones disminuye la autoestima.

Entre los tratamientos el más popular es la terapia hormonal ¿en qué casos está recomendada y en cuáles contraindicada?
Lo ideal sería que existiera una terapia hormonal sustitutiva que fuera exactamente igual a la hormona que ha estado produciendo la mujer hasta esa etapa. Por eso hace unos años la terapia hormonal estaba muy recomendada ya que aportaba la cantidad de estrógenos que se reducen durante la menopausia, y era genial porque quitaba las sudoraciones, ayudaba a paliar muchos síntomas psíquicos y también mejoraba el esquema corporal. Lo que ocurre es que posteriormente muchos estudios han correlacionado la terapia hormonal sustitutiva con el carcinoma de endometrio y algunos cánceres de mama. Por este motivo ahora esta terapia hormonal sólo se debería aplicar cuando haya estudios mamarios que certifiquen que no hay riesgo de cáncer ni tampoco antecedentes familiares, o en el caso concreto de mujeres que no tienen útero ya que el riesgo es menor. Actualmente es un tratamiento que se sigue en contadas excepciones, tan solo cuando los síntomas son graves. 
También hay otras hormonas como la tibolona, que es de origen sintético y tiene una acción estrogénica, que no es tan peligrosa pero que también debe prescribirse en casos seleccionados y, por supuesto, cuando nos aseguremos de que la mamá está perfectamente bien y controlada.

¿Existen entonces alternativas u otros tratamientos para frenar los síntomas?
Sí claro. Hay tratamientos para prevenir síntomas concretos. Por ejemplo, para prevenir la osteoporosis existen opciones como los bifosfonatos o la calcitonina. Incluir el calcio en la dieta también es estupendo ya que para la formación de hueso necesitamos calcio, vitamina D y ejercicio. Por eso se considera que tomar calcio es fundamental, además ahora existen unas pastillas que llevan un poquito de soja (estrógeno), vitamina D, calcio y melatonina para ayudar a disminuir el insomnio, otro de los síntomas más frecuentes durante la menopausia. Estas pastillas ayudan bastante con los sofocos, el insomnio y el aumento de la sensación de bienestar. Otra recomendación importante es utilizar un hidratante vaginal. Los hay hormonales que se absorben por vía sistémica sin riesgo, pero también hay otros que llevan ácido hialurónico que ayudan a mejorar la tersura de la vagina y por lo tanto el coito.

En el sistema sanitario ¿qué profesionales deben atender o realizar el seguimiento de las mujeres durante esta etapa?
Siempre el ginecólogo, por supuesto. Antes había también consultas especializadas en menopausia, pero ahora es el ginecólogo el que hace un seguimiento de la mujer durante todas sus etapas, principalmente desde la pre-menopausia. Por eso intentamos que sea el mismo ginecólogo el que lleve a la paciente en todas las fases, y que así conozca a la mujer, 
sus necesidades y le ofrezca un tratamiento personalizado.
Lo más importante va a ser ofrecerle pautas que le ayuden a seguir una dieta adecuada, realizar ejercicio, eliminar tóxicos, tomar calcio, vitamina D y ofrecerle información sobre hidratantes vaginales. De todas formas, como la mujer tiene programadas unas revisiones periódicas con el especialista debe contar con su ginecólogo en esta etapa para obtener orientación, ayuda y tratamiento personalizado en cada caso.




 













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