Los limitadores de velocidad inteligentes serán obligatorios a partir del 6 de julio del año 2022. Se trata de una ley que está desarrollando el Parlamento Europeo e implica a todos los coches y los camiones con nueva homologación en Europa.
Se trata de un dispositivo que puede mejorar la seguridad de los vehículos
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Los limitadores de velocidad inteligentes serán obligatorios a partir del 6 de julio del año 2022. Se trata de una ley que está desarrollando el Parlamento Europeo e implica a todos los coches y los camiones con nueva homologación en Europa. Los vehículos deberán llevar un sistema de Adaptación Inteligente de Velocidad, o como se conoce por sus siglas en español, sistema AIV.
Este sistema AIV se trata de un limitador de velocidad convencional como muchos que ya existen, solo que este se tratará de un modelo mucho más sofisticado. Las nuevas normativas de la Unión Europea determinan que podrán funcionar gracias a geolocalización con un GPS o gracias a cámaras en un vehículo.
El conductor mantendrá el control
No obstante, no deberás preocuparte por si este limitador de velocidad te estorba en tus trayectos, puesto que el sistema AIV podrá ser inhabilitado por el conductor si está de acuerdo con ello.
En primer lugar, esta tecnología avisa al conductor por si acaba excediendo el limite de velocidad permitida, emitiendo diferentes tipos de sonido. Al mismo tiempo, el limitador de velocidad posee un modo automático que podrá funcionar directamente sobre el motor, mermando la potencia enviada a las ruedas y disminuyendo la velocidad para poder circular a la velocidad permitida.
De este modo el limitador de velocidad no será una función inalterable. Se podría decir que se trata más de una ayuda a los conductores que se podrá usar automáticamente cuando queramos arrancar el coche. Se podrá desactivar cuando queramos y por ese motivo el que seguirá siendo responsable del vehículo es el conductor.
Por otra parte, gracias a esta innovación tecnológica se tienen que tomar una serie de medidas a nivel europeo. Por ejemplo , los países de la Unión Europea tendrán que actualizar en tiempo real la situación geográfica de sus carreteras y otras vías para que este limitador de velocidad sea viable.
En otro orden, la continua expansión de este limitador de velocidad en los coches de la Unión Europea podría minimizar en gran medida las multas por exceso de velocidad. De este modo, podría hacer más inservible los radares de velocidad. Un supuesto que puede ocasionar una menor recaudación pública. Con la pandemia, este tipo de sanciones ha descendido drásticamente, pasando de 374 millones a 336 en 2020.
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