cual es, sin duda, una gran noticia para los insomnes.
¿Pero por qué sucede esto? El zumo de cereza es una fuente natural de sueño, que regula el ciclo de la melatonina (una hormona que se produce en la glándula pineal o epífisis y que desempeña múltiples funciones en el organismo humano, como el sueño) dice el coautor del estudio Frank L. Greenway, director de la clínica ambulatoria investigación en el Centro de Investigación Biomédica Pennington en LSU. Y continúa: "los pigmentos de color rojo rubí en el zumo de cereza ácida contienen una enzima que reduce la inflamación y disminuye la degradación del triptófano, permitiendo que trabaje más tiempo en nuestro cuerpo", concluye. Greenway estima que hasta un tercio de los adultos estadounidenses mayores de 65 años sufren de insomnio, o lo que es lo mismo, tienen problemas para dormir más de tres noches por semana.
¿Y si no me gusta el zumo de cereza? Existen otras alternativas. El kiwi también puede ser un gran aliado. Una buena solución para dormir más y mejor es comer dos kiwis una hora antes de acostarnos. Esta práctica, la de ingerir un par de kiwis, puede aumentar el tiempo de sueño en un 13%. Otras soluciones que van más allá del zumo de cereza y los kiwis pasan por incorporar algas en la cena, algo que de momento en España no tenemos demasiado acogido; este vegetal del océano es alto en ácidos grasos omega-3 DHA, que ayudó a un grupo de niños a conseguir una hora extra de sueño, según un estudio reciente de la Universidad de Oxford.
Felices sueños.
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