lunes, 6 de septiembre de 2021

SACAR DE QUICIO, SACAR DE SUS CASILLAS, SACAR LA CARA Y SACAR LA CABEZA

 Quieres saber el significado de estas expresiones? En este artículo encontrarás ejemplos, cuándo se usan y el curioso origen de algunas.

SACAR DE QUICIO

Esta expresión se usa normalmente cuando alguien que se comporta de una manera que consigue que pierdas la paciencia. Alguien que hace que te enfades. También puede ser exagerar, depende de si hablamos de cosas o personas.

Origen de SACAR DE QUICIO

Si preguntas a un español qué es un quicio, es posible que no sepa qué es.

Se trata de una parte de las puertas donde hay una pieza pequeña que entra en un lugar que hace que gire y se pueda abrir y cerrar. Si sacamos la puerta de su lugar ya no puede hacer su función, tendríamos que apoyar la puerta en alguna pared porque quedaría suelta.

O sea que, si algo se saca de quicio, se saca del lugar que le correspondeno está en el orden natural de las cosas.

Cosas

Una persona puede SACAR DE QUICIO LAS COSAS. En este caso significa que una persona exagera.

-Si llega tarde, puede perder el trabajo.

-Bueno, bueno, no saques de quicio las cosas; que solo ha llegado tarde un día.

También alguien puede SACAR DE QUICIO A UNA PERSONA, en este caso alguien enfada, enoja o crispa los nervios a otra, como ya te he dicho. Como ocurre en el titular de El Periódico dónde Pablo Motos cuenta qué le enfada de su mujer, os lo destripo, le saca de quicio que su mujer le hable desde otra habitación.

También alguien puede SACAR DE QUICIO A UNA PERSONA, en este caso alguien enfada, enoja o crispa los nervios a otra, como ya te he dicho. Como ocurre en el titular de El Periódico dónde Pablo Motos cuenta qué le enfada de su mujer, os lo destripo, le saca de quicio que su mujer le hable desde otra habitación.

Origen de SACAR DE MIS CASILLAS

El origen de esta expresión viene del juego del ajedrez o más probablemente del Backgammon, jugados por reyes y otras personas de gran estatus social o económico en la antigüedad. Estas personas solían jugar contra hombres o mujeres de menor rango que intentaban dejarles ganar, pero no siempre era posible.

Durante el juego quien perdía la jugada, una de las piezas se sacaba de la casilla, y del tablero y esa “casilla” era ocupada por una pieza del oponente. Si el que perdía la pieza era una de estas personas poderosas, se enfadaba muchísimo porque le habían sacado de sus casillas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario