miércoles, 29 de septiembre de 2021

España repite como líder en porcentaje de ninis de Europa, solo por detrás de Italia

 

En 2020, se alcanzó el 22 por ciento de jóvenes que ni estudian ni trabajan en nuestro país, cifra solo superada en Europa por Italia, con un 25,5 por ciento y mientras la media de los países de la OCDE era del 16,1 por ciento y de la UE del 14,1.

El informe 'Education at Glance 2021' de la OCDE advierte de que un alto porcentaje de población docente envejecida que tendrá que ser reemplazada, mientras el Gobierno anuncia medidas que no resuelven el problema

España sigue liderando el porcentaje de ninis de Europa, solo por detrás de Italia. En 2020, se alcanzó el 22 por ciento de jóvenes de entre 18 y 24 años que ni estudian ni trabajan en nuestro país, cifra solo superada en Europa por Italia, con un 25,5 por ciento y mientras la media de los países de la OCDE era del 16,1 por ciento y de la UE, del 14,1. El año anterior, 2019, no ha sido muy diferente. Así nuestro país alcanzó el 19,2 por ciento, algo por debajo del 2020, pero siguió liderando la lista, también solo por detrás de Italia (24,2 por ciento). La media de la OCDE fue de 14,4 y de la UE, de 13.
Son datos del informe de la OCDE 'Education at Glance 2021' hecho público este jueves y que recopila información de todos los países de la OCDE, además de la participación, en esta edición, de RusiaChina, India, Brasil, Argentina, Indonesia, Arabia Saudí y Sudáfrica. El estudio analiza el nivel de estudios de los adultos, la transición desde la formación al mercado de trabajo, el acceso y progreso en el ámbito educativo, la inversión pública y privada de la educación, el salario de los profesores, las horas que estos pasan en clase, las ratios y el perfil docente.

Porcentajes similares a los de España, en 2020, pueden encontrarse en Israel (21,7), Grecia (20,7) o en América, en México (23,3) o Costa Rica (20,7). En el extremo opuesto, Alemania (9,4), Suiza (8,7) o Países Bajos (7,6). En el caso de 2019, España se acerca, otra vez, a Grecia (19), Israel (19) o Francia (17,5). Y en entre los países con menos ninis para ese año figuran: Alemania (8,2), Países Bajos (6,9), Suiza (8,8).

En cualquier caso, el informe señala que pese a la situación económica generada por la pandemia de Covid en 2020, en la mayoría de los países, el porcentaje de jóvenes ninis de 18 a 24 años «no ha cambiado de forma significativa entre 2019 y 2020. Sin embargo, algunos países, incluyendo Canadá, Colombia o Estados Unidos, han visto aumentos de más de 4 puntos porcentuales».

«Hay que conseguir que llegue el mensaje de la importancia de que los jóvenes no abandonen los estudios. Debido a la pandemia, pueden encontrarse con barreras adicionales para incorporarse al mercado laboral en el marco de una transición entre la escuela y el trabajo que estaba siendo ya difícil en la última década. Pero la consecución de un nivel de educación superior incrementa sus probabilidades de encontrar empleo y se asocia con sueldos más elevados, y esto es particularmente cierto en periodos de crisis (ya sean económicas o sanitarias)», opina Gara Rojas González, analista y jefe de proyecto en la dirección de educación de la OCDE.

Los docentes jóvenes representan el 5% o menos del profesorado de Bachillerato y FP Media

El informe también llama la atención sobre la edad de los profesores. Así, señala que los menores de 30 años solo representan una pequeña proporción de la población docente: 12% en educación primaria, 11% en ESO y 8% en Bachillerato y FP Media, en promedio en los países de la OCDE.

«El patrón es particularmente llamativo en el nivel secundario superior, donde los profesores jóvenes representan menos del 10% de la población docente en la mayoría de los países. De hecho, representan el 5% o menos de los profesores de Bachillerato y FP Media en RepúblicaCheca, Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, Eslovenia, España y Suiza», apunta el informe.

Porcentajes similares a los de España, en 2020, pueden encontrarse en Israel (21,7), Grecia (20,7) o en América, en México (23,3) o Costa Rica (20,7). En el extremo opuesto, Alemania (9,4), Suiza (8,7) o Países Bajos (7,6). En el caso de 2019, España se acerca, otra vez, a Grecia (19), Israel (19) o Francia (17,5). Y en entre los países con menos ninis para ese año figuran: Alemania (8,2), Países Bajos (6,9), Suiza (8,8).

En cualquier caso, el informe señala que pese a la situación económica generada por la pandemia de Covid en 2020, en la mayoría de los países, el porcentaje de jóvenes ninis de 18 a 24 años «no ha cambiado de forma significativa entre 2019 y 2020. Sin embargo, algunos países, incluyendo Canadá, Colombia o Estados Unidos, han visto aumentos de más de 4 puntos porcentuales».

«Hay que conseguir que llegue el mensaje de la importancia de que los jóvenes no abandonen los estudios. Debido a la pandemia, pueden encontrarse con barreras adicionales para incorporarse al mercado laboral en el marco de una transición entre la escuela y el trabajo que estaba siendo ya difícil en la última década. Pero la consecución de un nivel de educación superior incrementa sus probabilidades de encontrar empleo y se asocia con sueldos más elevados, y esto es particularmente cierto en periodos de crisis (ya sean económicas o sanitarias)», opina Gara Rojas González, analista y jefe de proyecto en la dirección de educación de la OCDE.

Los docentes jóvenes representan el 5% o menos del profesorado de Bachillerato y FP Media

El informe también llama la atención sobre la edad de los profesores. Así, señala que los menores de 30 años solo representan una pequeña proporción de la población docente: 12% en educación primaria, 11% en ESO y 8% en Bachillerato y FP Media, en promedio en los países de la OCDE.

«El patrón es particularmente llamativo en el nivel secundario superior, donde los profesores jóvenes representan menos del 10% de la población docente en la mayoría de los países. De hecho, representan el 5% o menos de los profesores de Bachillerato y FP Media en RepúblicaCheca, Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, Eslovenia, España y Suiza», apunta el informe.

Porcentajes similares a los de España, en 2020, pueden encontrarse en Israel (21,7), Grecia (20,7) o en América, en México (23,3) o Costa Rica (20,7). En el extremo opuesto, Alemania (9,4), Suiza (8,7) o Países Bajos (7,6). En el caso de 2019, España se acerca, otra vez, a Grecia (19), Israel (19) o Francia (17,5). Y en entre los países con menos ninis para ese año figuran: Alemania (8,2), Países Bajos (6,9), Suiza (8,8).

En cualquier caso, el informe señala que pese a la situación económica generada por la pandemia de Covid en 2020, en la mayoría de los países, el porcentaje de jóvenes ninis de 18 a 24 años «no ha cambiado de forma significativa entre 2019 y 2020. Sin embargo, algunos países, incluyendo Canadá, Colombia o Estados Unidos, han visto aumentos de más de 4 puntos porcentuales».

«Hay que conseguir que llegue el mensaje de la importancia de que los jóvenes no abandonen los estudios. Debido a la pandemia, pueden encontrarse con barreras adicionales para incorporarse al mercado laboral en el marco de una transición entre la escuela y el trabajo que estaba siendo ya difícil en la última década. Pero la consecución de un nivel de educación superior incrementa sus probabilidades de encontrar empleo y se asocia con sueldos más elevados, y esto es particularmente cierto en periodos de crisis (ya sean económicas o sanitarias)», opina Gara Rojas González, analista y jefe de proyecto en la dirección de educación de la OCDE.

Los docentes jóvenes representan el 5% o menos del profesorado de Bachillerato y FP Media

El informe también llama la atención sobre la edad de los profesores. Así, señala que los menores de 30 años solo representan una pequeña proporción de la población docente: 12% en educación primaria, 11% en ESO y 8% en Bachillerato y FP Media, en promedio en los países de la OCDE.

«El patrón es particularmente llamativo en el nivel secundario superior, donde los profesores jóvenes representan menos del 10% de la población docente en la mayoría de los países. De hecho, representan el 5% o menos de los profesores de Bachillerato y FP Media en RepúblicaCheca, Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, Eslovenia, España y Suiza», apunta el informe.

España, en cualquier caso, tiene un porcentaje muy similar a la media de la OCDE (incluso algo más bajo) en Primaria para docentes con al menos 50 años (32,6 frente a 32,2). En el caso de ESO, Bachillerato y FP Media, el porcentaje es de 38,1 frente al 37,9 de la OCDE. Por último, para educación universitaria y FP Superior, los porcentajes se alejan mucho más: 45 para España y 40,1 para la OCDE.

El estudio apunta que, en promedio, en los países de la OCDE, más de la mitad de los profesores de Primaria, ESO, Bachilerato y FP Media tienen entre 30 y 49 años, y una alta proporción de profesores tiene al menos 50 años. «La proporción de profesores de más edad (de 50 años o más) aumenta con el nivel educativo: del 33% en Primaria al 38% en Secundaria (ESO, Bachillerato y FP Media) y al 40% en la educación universitaria y FP Superior. En la mayoría de los países, al menos uno de cada tres docentes de nivel terciario tiene 50 años o más».

¿Cuáles son las implicaciones de una población docente envejecida? «Además de impulsar los esfuerzos en contratación y capacitación para reemplazar a los maestros que se jubilan, también puede afectar las decisiones presupuestarias. En la mayoría de los sistemas escolares, los sueldos de los profesores aumentan con los años de experiencia. Así, el envejecimiento de los docentes aumenta los costos escolares, lo que a su vez puede limitar los recursos disponibles para otras iniciativas», explica el informe

Además, en el contexto de la pandemia, «la alta proporción de maestros mayores de 50 años puede plantear problemas de salud, ya que las personas mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad».

Precisamente, la ministra de Educación, Pilar Alegría, anunció en su primera comparecencia en el Congreso una reforma de la carrera docente que implicaría más prácticas. Fuentes del ministerio explicaron a ABC que la sucesora de Celaá está teniendo reuniones de trabajo con la Conferencia de Decanos para evaluar cambios en la carrera de Magisterio de manera que haya más formación práctica de los estudiantes. Y, por otro lado, también está teniendo conversaciones con la Conferencia de Rectores (CRUE) y con el Ministerio de Universidades para que los nuevos docentes tengan más formación práctica antes de entrar a las aulas: por ejemplo, a través de tutorías.

Problema demográfico en las aulas: una oportunidad o una amenaza

Sin embargo, para los expertos esta no es la solución para el problema planteado por la OCDE. «La propuesta del ministerio es débil y no modifica en lo esencial el status quo. El problema demográfico constituye, a la vez, una amenaza y una oportunidad. Amenaza porque si no se acierta en la regulación de los procedimientos de acceso a la profesión docente, se estará hipotecando seriamente la posibilidad de mejorar el sistema educativo español. Oportunidad porque si se acierta se estará introduciendo un impulso notable de mejora en materia de procesos y de resultados de la enseñanza», apunta Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela y quien habló de MIR educativo por primera vez en España y quien inspiró a Alfredo Pérez Rubalcaba para consagrar el término en 2010.

«El mensaje general para los países de la OCDE es que puede que muchos profesores lleguen a la edad de jubilación en la próxima década, pero esto puede crear presión para el país sólo si se prevé que el tamaño de la población en edad escolar aumente», señala Rojas González.

El informe señala que las ratios en nuestro país están en 2019 en los mismos registros que en 2013 y algo por encima del promedio de la OCDE. En 2019 había 21 alumnos por clase en Primaria en los colegios públicos (igual que la media de la OCDE). En ESO había 25 alumnos por clase en los institutos públicos, por los 23 de la OCDE.

Ismael Sanz, vicerrector de calidad de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), apunta a que «la ratio alumnos bajará cuando haya datos para 2020, dado el esfuerzo que realizaron las comunidades en el curso 2020-21 por la pandemia». De hecho, un estudio realizado por este experto junto a los profesores Almudena Sevilla (University College of London) y Jorge Sainz (URJC) muestra que la ratio de alumnos por clase podría bajar en 2020-21 de 21 a 20 en Primaria y de 25 a 24 en ESO en centros públicos.

A juicio de Sanz, «la ratio alumnos por clase no afecta de forma decisiva a los resultados académicos en el corto plazo, pero sí en el largo plazo aumentando la posibilidad de que los alumnos finalicen estudios de secundaria superior (Bachillerato o FP Media) y terciarios (Universidad o FP Superior). Las clases con menos alumnos mejoran las habilidades no-cognitivas de los alumnos como la perseverancia, determinación, control de los impulsos que son claves para no abandonar los estudios tempranamente».

España, sin pruebas estandarizadas para evaluar los efectos del Covid

La OCDE también ha hecho pública junto al estudio una encuesta sobre el impacto del Covid en las aulas. Dicho informe señala que el 36% de los países han hecho pruebas estandarizadas para evaluar la pérdida de aprendizaje por el Covid, pero España no está entre ellos. «Es una pena que no haya pruebas estandarizadas en España. Se podría haber realizado una por parte del Ministerio de Educación, al que le ha faltado liderazgo en este ámbito, para conocer la pérdida de aprendizaje que se ha producido por el Covid. Sabemos por otros países que la pérdida de aprendizaje ha sido mayor entre los alumnos de entornos desfavorecidos o que ya estaban previamente rezagados, entre otras razones porque la enseñanza semipresencial no da los mismos resultados que la presencial» concluye Sanz.



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