domingo, 5 de septiembre de 2021

Lo confieso: desde que probé la meditación soy un converso

 Si los grandes hombres meditan, ¿por qué no lo vas a hacer tú? Un redactor de GQ lo probó hace años y ahora es un profeta de los beneficios de esta práctica milenaria. Si quieres ser un hombre más feliz, échale un vistazo a nuestra guía GQ de salud mental masculina.

Hace años yo mismo era un escéptico. Ahora me confieso un converso… “Meditar es algo que puede cambiarnos la vida”. Y no lo digo yo… Lo dice el mismísimo Dalai Lama. Y parece que de meditar entiende un rato. Pero también hablan de ello magnates como Rupert Murdoch, quien declaraba al respecto: "meditando consigo una fuente ilimitada de energía, creatividad y felicidad interior. Calma los sentidos y, a la vez, los agudiza. Nos permite concentrarnos al máximo, rendir mejor y lograr las metas que nos ponemos".

En mi búsqueda personal de técnicas que aplacaran el estrés y, por qué no reconocerlo también la ansiedad, decidí darle una oportunidad a esta forma milenaria de liberación de la mente. Buenos amigos me lo aconsejaban desde hacía tiempo y decidí profundizar. Leí ávida-mente y asistí a decenas de cursos con guías tan interesantes como Swami Jyothirmayah, mano derecha de Sri Sri Ravi Shankar; cinco veces nominado al Nobel de la Paz y fundador de la organización humanitaria Arte de Vivir.

Poco a poco empecé a entender el funcionamiento de esta práctica basada en la atención plena al aquí y al ahora. Parece sencillo, pero no lo es. Vivimos en una época de hiperestimulación sensorial que tiene a nuestro sistema nervioso en un Dragon Khan permanente. Pero una vez que consigues evidenciar en tu cuerpo los beneficios de dejar la mente en blanco, no hay vuelta atrás. Doy fe.

Datos a tener en cuenta

Un informe de la Comisión Europea concluye que, e l 27% de la población adulta del continente sufre trastornos psicológicos como ansiedad o depresión, derivados de lo que se denomina estrés sostenido. Por si fuera poco, ya se ha comprobado que reduce los años de vida.

El estrés, per se, no es malo; tiene una función concreta: ponernos alerta, ayudarnos a evitar peligros. Pero si no le damos salida, se vuelve en nuestra contra. El cortisol, la principal hormona liberada en situaciones de estrés, afecta a los telómeros, las terminaciones de los cromosomas responsables de la renovación celular. De ahí que, soportarlo durante largos periodos de tiempo, provoque daños que pueden ser irreversibles.

Estudios de las más prestigiosas instituciones científicas, como Harvard, el Instituto Semel de Los Ángeles o la Universidad de Oslo, avalan las mejoras aportadas por la meditación. Desde regular la presión arterial hasta mejorar el sistema inmunitario, pasando por facilitar la salida de procesos depresivos o mejorar la capacidad pulmonar. También a nivel cognitivo se han evidenciado resultados sorprendentes en cuanto a agilidad mental, capacidad organizativa y la toma de decisiones.

Grandes hombres y mujeres que meditan

Son muchos los que se muestran escépticos ante un remedio contra el estrés que suena a timo sectario y huele a incienso. Pero, de momento, en Occidente los antidepresivos y los relajantes ya no funcionan. La sociedad Lorazepan debe evolucionar. Frente a la medicina tradicional y los incrédulos, miles de meditadores empiezan a salir del incensario y cuentan, sin tapujos, las bondades de dedicarle un tiempo a eso de vaciar la mente. Y no son, precisamente, charlatanes..

Meditación trascendental y Mindfulness: ¡ojo que no es lo mismo!

En las últimas décadas se han forjado dos grandes corrientes. Por un lado, el movimiento Meditación Trascendental, basado en las técnicas homónimas creadas en la India por el controvertido Maharishi Mahesh Yogi. Él fue el gurú que influyó de manera decisiva en decenas de artistas de los 60 como The Beatles, a quienes inspiró su célebre álbum blanco.

Por otro lado, está el movimiento denominado Mindfulness, que proclama la necesidad de conseguir conectar cuerpo, mente y espíritu en el momento presente. La práctica de Mindfulness se realiza también a través de la meditación y busca simplificar nuestra experiencia al máximo logrando que, durante unos minutos al día, podamos simplemente estar en una situación donde no pasa nada.

El movimiento se demuestra andando. El metidar, meditando

Al principio, encontrarás mil excusas para evitarlo (como para no ir al gimnasio). Es una respuesta lógica, nuestro sistema simpático está tan activado que se revela ante la idea de detenerse. Pero si lo consigues, se vuelve muy beneficioso.

Meditar no implica militar en ninguna organización, ni seguir ningún credo. Sólo (y no siempre es fácil) hay que estar dispuesto a dedicarle diez minutos al día (veinte minutos sería perfecto pero, ¿quién tiene hoy veinte minutos libres para no pensar en nada?).

Para ayudarte hay algunas a plicaciones muy interesantes (y gratuitas) como:

Para ayudarte hay algunas a plicaciones muy interesantes (y gratuitas) como:

  1. Mindfulness y Meditación: Meditaciones narradas para encontrar el camino de la relajación.

  2. Dharma Meditation Trainer: Entrenador personal para llegar a estados de concentración profundos.

  3. Relax Meditación Música: Pensada para quienes quieren lograr un estado de concentración profundo mediante música.

El otro inconveniente es que exige disciplina; hay que hacerlo a diario. Piénsalo bien: diez minutos sólo para ti. Sin trabajar, sin móvil, sin WhatsApp... Al final querrás estar así las veinticuatro horas. Pero seamos realistas, no puedes estar todo el día rozando el Nirvana. No te preocupes, se ha demostrado que los efectos de una buena meditación perduran en el tiempo.

Ciertamente, vivimos tiempos difíciles y quizá por ello, como cantaba la también meditadora KD Lang en Constant Craving, "una gran fuerza empuja todas las almas hacia la verdad". Así que ya sabes, es hora de encontrar tu camino : inspira, expira, inspira y expira y…



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