Carmen Sevilla cumple este 16 de octubre 89 años. Pero no habrá grandes celebraciones ni homenajes públicos para quien en su día fuera una de las actrices, cantantes y presentadoras más célebres del panorama nacional. Sevilla vive, desde hace años, en una residencia en Aravaca, al oeste de Madrid. Allí está cuidada y tratada por profesionales que se encargan de ella, que sufre alzhéimer desde hace años.
Sevilla ya no reconoce a nadie: hijos, nietos, amigos... Pero su estado de salud es estable, como ha asegurado su hijo al digital Vanitatis. "No hay cambios en su estado de salud.
digital Vanitatis. "No hay cambios en su estado de salud. Todo está en orden", concede a dicho medio su único hijo, Augusto Algueró, de 55 años. El también compositor —al igual que su padre, fallecido en 2011— ha asegurado que a menudo la gente le pregunta cómo se encuentra la actriz, algo que agradece por el inmenso cariño que le hacen llegar
Las informaciones sobre Sevilla son escasas, incluso inexistentes. De ahí que de tanto en tanto se especule con su estado de salud. Y por ello Algueró tuvo que hablar hace dos años, también cuando se acercaba su aniversario, para desmentir que su madre estuviera abandonada o en una mala situación de salud. "Está como siempre", dijo entonces, asegurando que acudía a verla a menudo, incluso a diario si podía. Fuentes de la familia habían manifestado que la comunicación con la artista era difícil y que por eso Algueró había decidido restringir las visitas y limitarlas a un estrecho círculo de familiares y algún amigo (como Moncho Ferrer, íntimo de la actriz), para así evitar que se la viera en tan complicado estado.
El último gran cumpleaños de Sevilla fue el que celebró en 2010, cuando llegó a los ochenta. Como era habitual, hizo una fiesta en el restaurante Zalacaín con amigos y familiares, posó ante los medios vestida de rosa fucsia e incluso, con su habitual humor y generosidad, ofreció un pequeño aperitivo a los medios allí congregados.
La salud de Sevilla está deteriorada y es débil. A causa de su enfermedad la actriz no recuerda su pasado en el cine y la televisión. Según explica su amigo Moncho Ferrer, la antaño estrella de la pantalla ya ni siquiera camina por el jardín del centro, puesto que le cuesta andar, por lo que permanece la mayor parte del día sentada en una butaca y observando Madrid por una ventana, tal y como recoge el diario La Razón. Ferrer asegura, eso sí, que su amiga está "muy bien cuidada, mejor, imposible". Pero que él no puede evitar que, cuando la visita, salga con una sensación de entre felicidad, por estar junto a ella, y tristeza, "una tristeza enorme", al verla en ese estado de debilidad después de recordar los buenos tiempos que vivió con la artista.
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