domingo, 29 de agosto de 2021

Los aerosoles para el asma podrían reducir la hospitalización por Covid en un 90%

 

El estudio ‘Stoic’, un ensayo con 140 personas diagnosticadas con Covid-19 de las que la mitad fueron tratadas con dos dosis diarias de 800 microgramos de budesonida inhalada, comienza a confirmar el potencial de estos tratamientos

El portavoz del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Karl Lauterbach, ha llamado la atención sobre un estudio, todavía no definitivo pero muy prometedor, que «supone un radical cambio de las normas de juego de la

pandemia». Publicado en la revista especializada ' The Lancet' por un equipo de investigadores británicos, afirma que los aerosoles habitualmente utilizados por las personas con alergias que se manifiestan en reacciones asmáticas, reducen en un 90% las hospitalizaciones de pacientes Covid. De confirmarse esta conclusión, el coronavirus dejaría de suponer un elemento de estrés hospitalario.

Desde el comienzo de la pandemia, se temieron los efectos que podía tener la infección en aquellas personas con enfermedades respiratorias crónicas, pero pasado el primer año se ha podido confirmar que ingresan de hecho menos en el hospital que pacientes sin ese problema específico. Este desarrollo sorprendente ha girado la atención de los investigadores hacia sus tratamientos habituales, como los corticoides inhalados, y a examinar si pueden tener que ver con este indicador positivo. El estudio ‘Stoic’, un ensayo con 140 personas diagnosticadas con Covid-19 de las que la mitad fueron tratadas con dos dosis diarias de 800 microgramos de budesonida inhalada, comienza a confirmar el potencial de estos tratamientos.

Entre el 14% y el 15% de las personas que solo recibieron el tratamiento estándar requirieron atención médica de urgencia, contra el entre el 1% y el 3% de los que tomaron budesonida. Además, la recuperación clínica de estos pacientes fue más rápida, de siete días frente a ocho, estuvieron menos tiempo con fiebre y también necesitaron menos medicación antipirética. Los síntomas persistentes en estos pacientes eran menores tanto después de dos semanas como después de cuatro. La percepción propia de los síntomas, además, que fue medida a través de un cuestionario estandarizado, fue notablemente mejor en aquellas personas que tomaban la budesonida inhalada.

Posteriormente, estos resultados han sido confirmados por un estudio mucho más amplio, con un total de 2.617 infectados, cuyo resultado también habla a favor del efecto de la budesonida, aunque solo en pacientes muy específicos. En las últimas fases de la enfermedad, sin embargo, el aerosol parece tener un efecto significativamente más débil. Chris Butler, el director del estudio Principle, incluso lo desaconseja enfáticamente: «No le daría budesonida a ninguna persona infectada si aún no ha tenido síntomas como fiebre o tos». En este segundo estudio, todos los pacientes recibieron el aerosol solo después de que apareciesen los primeros signos de enfermedad: dos inhalaciones por la mañana y dos por la noche, un total de 1.600 microgramos por día. Los participantes de la prueba eran mayores de 65 años o tenían otros factores de riesgo que hacen que las complicaciones sean particularmente probables, como tener un sobrepeso significativo. Todos ellos permanecieron en casa, atendidos por su médico de familia.

Se les ofreció el aerosol dentro de los 14 días posteriores al inicio de sus síntomas. La duración de la enfermedad se reduce en un promedio de tres días. «No se debe subestimar este efecto», dice el científico, «incluso los pacientes que no están hospitalizados a menudo se sienten realmente mal». El estudio también demuestra que el medicamento reduce el riesgo de derivación al hospital o un desenlace fatal, al menos de forma preliminar. Los resultados finales estarán disponibles a finales de abril.

«El efecto descrito es importante y significativo», ha declarado el director de la Clínica para Infectología y Neumología del hospital Charité de la ciudad de Berlín, Norbert Suttorp. «Son resultados sumamente interesantes y plausibles desde el punto de vista biológico», apunta por su parte el director del Centro de Estudios Clínicos de la Universidad de Jena, Frank M. Brunkhorst. El infectólogo Clemes Wendter destaca que «con este tratamiento simple, de escasos efectos secundarios, disponible en todo el mundo y asequible, el coronavirus podría tratarse con gran efectividad sin hospitalización». «Reducir la demanda de camas UCI salvaría muchas vidas», aprecia el médico jefe de la Clínica Schwabing de Múnich. Por eso, Lauterbach ha pedido al gobierno alemán que se implique cuanto antes en un gran estudio de fase III, con unos mil pacientes, para llegar a conclusiones definitivas cuanto antes.

La budesonida es una preparación de cortisona. Muchos asmáticos los utilizan habitualmente porque ralentiza la inflamación de las vías respiratorias. También juega un papel importante en el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC. En pacientes clínicos, una preparación similar, la dexametasona, ha demostrado ser muy exitosa en pacientes con Covid-19 cuando se administra directamente en la vena.

El aerosol, a su vez, funciona exactamente donde el virus hace su mayor daño: en las paredes de las vías respiratorias, dice la neumóloga Mona Bafadhel, que también trabaja en la Universidad de Oxford. Además de la inhibición local de la inflamación, según ha observado en el laboratorio, las preparaciones de cortisona también pueden inhibir la multiplicación de los virus Sars-CoV-2. Y al mismo tiempo reducen la cantidad de receptores ACE2 en los cultivos celulares a través de los cuales el patógeno penetra en las células.

La budesonida es un medicamento recetado. Wolf-Dieter Ludwig, presidente de la Comisión de Drogas de la Profesión Médica alemana, desaconseja a cualquiera que obtenga el aerosol de otra manera. «Para que la budesonida desarrolle su efecto, el medicamento debe usarse de manera constante durante mucho tiempo», advierte. Sin embargo, el uso prolongado puede tener efectos secundarios como el crecimiento de hongos en las vías respiratorias o ronquera, además de aumento de peso si no es aplicada localmente.



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