Aún así, el secretario de Salud Pública, Joan Guix, reconoce que, sobre esta materia, "queda mucho que negociar". El objetivo es conseguir el máximo consenso y apoyo del comercio, los restaurantes, los ayuntamientos y demás implicados para dar un nuevo paso en la limitación de la exposición al humo del tabaco.
Además de las terrazas y marquesinas del autobús, también se prevé censurar el consumo de tabaco en recintos deportivos y en el interiro de los coches, tal y como se anunció hace aproximadamente dos meses.
De hecho, la actual legislación ya veta fumar dentro de los recintos escolares y sanitarios , a la que se añadirá una zona de 5 metros para evitar que a la salida de clase los niños tengan que pasar por una nube de tabaco de los padres que esperan.
Asimismo, la normativa también quiere equiparar el tabaco tradicional a las nuevas modalidades de tabaco calentado sin combustión o cigarrillo electrónico.
Incumplimiento de la ley
El gran salto que supuso la ley antitabaco del 2005 y sus ampliación posterior del 2010 ha encontrado un inconveniente en las terrazas cerradas, "donde más se incumple la ley porque quizá no hemos vigilado suficiente”, según ha señalado el propio Guix, que además reconoce que “hay mucho que analizar y definir, es importante encontrar el enfoque efectivo”.Por esye motivo, el próximo otoño e invierno la Conselleria de Salud emprenderá una campaña de inspecciones para vigilar el cumplimiento estricto de que no se puede fumar si la terraza no tiene dos paredes abiertas para que circule el aire.
El próximo paso, el de dentro de un año, ya será la prohibición total en todas las terrazas, independientemente de que estén o no abiertas.
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