Recurrir a las cerezas como parte de nuestra alimentación diaria ofrecerá múltiples beneficios. Entre ellos, un alto contenido en potasio, fibra, ácido fólico y vitaminas A, B1, B3, B6, C, D y E. Además, incluirá minerales como el magnesio, hierro y calcio, así como melanina, perfecta para la regulación del reloj biológico.
Las vitaminas que nos aporta el consumo de cerezas nos ofrecen un buen cóctel antioxidante, que permite depurar nuestro organismo y proteger el sistema nervioso y cardiovascular. Además, el poder de las vitaminas A y C se combinan para proteger y suavizar la piel y reducir la aparición de celulitis.
Su inclusión en la dieta, además, se recomienda en frecuencia diaria para controlar la diabetes por su bajo índice glucémico. Además, en el caso de los dolores provocados por la artritis, puede reducir los dolores causados por la enfermedad.
El alto contenido en fibra y potasio ofrece efecto saciante, diurético y laxante, perfecto para la pérdida de peso. La cereza también ayuda a rebajar el ácido úrico en sangre. Además, la melatonina es importante en la conciliación del sueño, ayudando a descansos profundos y evitar el insomnio.
Los beneficios
La ingesta diaria de cerezas se puede reducir en los siguientes beneficios: deportivo, reducción de la inflamación, fortalecimiento de la memoria, reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y ayuda a perder el peso.
En todo caso, también existe una serie de contraindicaciones. Como todas las frutas, contienen azúcar, por lo que no se recomienda excederse en su consumo y, en caso de presentar problemas relacionados, consultar con un especialista.
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