lunes, 18 de marzo de 2024

La importante aclaración del Vaticano sobre las cenizas de los difuntos

 

Un comunicado reciente del Vaticano aclaró que las cenizas de los difuntos se pueden conservar en lugares comunes similares a los osarios y también la familia puede colocar una pequeña parte de estas en "un lugar significativo" para el fallecido, según el dicasterio para la Doctrina de la Fe.


Ante las dudas sobre la conservación de las cenizas que planteó el presidente de la Conferencia Episcopal italiana, el cardenal Matteo Zuppi, el prefecto de Doctrina de fe, el argentino Víctor Fernández publicó una respuesta con algunas aclaraciones, con la aprobación del papa Francisco.

La advertencia del Vaticano para todos los católicos sobre el momento de la confesión© Proporcionado por El Cronista

Religión

La advertencia del Vaticano para todos los católicos sobre el momento de la confesión

¿El Vaticano vs ChatGPT? El Papa advierte sobre los peligros de la inteligencia artificial© Proporcionado por El Cronista

IA

¿El Vaticano vs ChatGPT? El Papa advierte sobre los peligros de la inteligencia artificial

El Vaticano explicó qué se debe hacer con las cenizas de los difuntos

En es documento se precisa que, como indica el documento aprobado por Francisco 'Instrucción Ad resurgendum' en 2016, está prohibido "dispersar las cenizas de un difunto" y por tanto "se deben conservar en un lugar sagrado, como el cementerio, o también en un lugar específicamente dedicado a tal fin".

De manera que no se pueda "sustraer al difunto de la memoria y de las oraciones de los familiares y de la comunidad cristiana", así como ser motivo de "olvidos y faltas de respeto", así como "prácticas indecorosas o supersticiosas".

Sin embargo, se recuerda en este nuevo documento que, ante por ejemplo problemas económicos, "es posible preparar un lugar sagrado, definido y permanente para la acumulación y conservación de las cenizas de los difuntos bautizados, indicando los datos personales de cada uno para no dispersar la memoria nominal".

La Iglesia admite, por tanto, "la posibilidad de verter las cenizas en un único lugar común, como ocurre con los osarios, pero preservando la memoria con el nombre de cada uno de los difuntos".

Finalmente, se precisa que, excluyendo "cualquier tipo de malentendido panteísta, naturalista o nihilista", en cumplimiento de las normas civiles, si las cenizas del difunto se conservan en un lugar sagrado, "se puede tomar en consideración y evaluar las solicitudes de una familia para preservar debidamente una pequeña parte de las cenizas de uno de sus familiares en un lugar significativo para su historia".




No hay comentarios:

Publicar un comentario