jueves, 19 de noviembre de 2020

Timbal de aguacate, tortillas de maíz y restos de asado, una receta ideal para aprovechar las sobras navideñas


Hoy vamos a preparar una receta de aprovechamiento utilizando y asociando ingredientes que todos sabemos que combinan a la perfección, pero de una forma muy vistosa y distinta a la habitual.

Ingredientes

  • Restos de pavo, pularda, capón o cualquier ave asada
  • Jugo del asado
  • Tortillas de maíz pequeñas (12 cm de diámetro)
  • Aguacates, 2
  • Huevos de codorniz, 8-12
  • Cebolla roja, 1
  • Tomates, 1 grande o 2 pequeños
  • Crema fresca
  • Queso untar
  • Tabasco
  • Salsa de soja
  • Mostaza
  • Zumo de limón
  • Vinagre
  • Agua
  • Fécula de maíz
  • Cilantro o perejil
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de girasol
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Aros para montar el timbal
  • ¿Has asado un capón, un pavo, una pularda estas Navidades y no sabes qué hacer con las sobras? O simplemente, ¿te han sobrado retos de tu pollo asado y no sabes qué hacer con ellos? Vale que hacer unas croquetas siempre es socorrido, pero si quieres hacer un plato de campeonato con esos restos y quedar como un auténtico chef, no lo dudes y apúntate esta receta. Verás como es un triunfo asegurado.

    Cómo hacer un timbal de aguacate, maíz y restos de asado


  • Desmigamos los restos del asado navideño o de cualquier asado del día a día. Rescatamos todas las hebras de carne con cuidado de retirar todos los huesecillos del ave. Una vez hayamos separado toda la carne, la picamos un poco a cuchillo para obtener trozos más acordes que llevarse a la boca.

    A continuación, vamos a provechar el jugo que nos ha sobrado del asado. Apartamos un par de cucharadas del jugo, que utilizaremos para potenciar la vinagreta que acompañará a nuestro timbal. El resto del jugo lo ponemos a calentar en una cazuela.

    Si al terminar el asado no hemos espesado la salsa resultante, la trabaremos ahora añadiendo, cuando rompa a hervir, un poco de fécula de maíz diluida en agua fría. Removemos y seguimos cociendo y añadiendo la fécula diluida hasta que el fondo espese y coja cierta consistencia, pero sin llegar a adquirir una densidad de salsa espesa.

    Apagamos el fuego y agregamos la carne que hemos deshilachado y picado. Removemos y dejamos que se hidrate en el jugo mientras se enfría. Cuando esté a temperatura ambiente, retiramos a otro recipiente y reservamos hasta el momento de su utilización.

  • Escogemos un par de aguacates que estén maduros pero firmes, que podamos picar y estén mantecosos pero firmes y con textura. Si queréis saber más sobre cómo escoger los aguacates y cómo conservarlos o madurarlos rápidamente, os invito a que visitéis este otro post donde os explicamos estos y otros trucos acerca de esta nutritiva fruta, tan de moda últimamente.

    Una vez separada la carne del aguacate, la picamos en cubos pequeños con la ayuda de un cuchillo afilado, cincelando como si se tratase de una cebolla. Si por cualquier motivo sólo disponéis de aguacates pasados, machacadlo con un tenedor para tener una textura de guacamole, aunque intentad que tengan la maduración óptima. Para un timbal, la gracia está en que el aguacate aporte textura y se noten los trozos cremosos, además de que el corte en dados resultará más vistoso al emplatar.

  • Para aliñar este aguacate, vamos a necesitar la carne del tomate. Pelamos los tomates, haciendo una cruz en la parte inferior, escaldando 10-15 segundos y enfriando en agua y hielos, o pelando en zig zag con un buen pelador. Cortamos en cuartos el tomate pelado, y sacamos las semillas del tomate y las reservamos aparte, porque nos servirán como acompañamiento y elemento decorativo del timbal.

    Retiramos el resto de la membrana interior de la carne externa de cada gajo. Una vez hayamos obtenido una especie de pétalos de la carne del tomate, cortamos en juliana muy fina y luego en perpendicular, para obtener unos cubitos muy finos de la carne del tomate, llamados tomate concassé.

    03: Aliñamos el aguacate 

    Añadimos el tomate a los dados de aguacate. Picamos una cebolla roja o morada en brunoise, y se lo añadimos también. Añadimos también unas gotas de tabasco o salsa picante y, si queremos, un poco de cilantro picado o la hierba aromática que más nos apetezca.

    Salpimentamos generosamente, añadimos un buen chorro de zumo de limón o lima para evitar la oxidación y aportar también un puntazo de acidez que refresque el paladar, y removemos bien. Reservamos introduciendo los huesos del aguacate en la preparación, lo que ayudará a evitar todavía más la oxidación. Internet



No hay comentarios:

Publicar un comentario