miércoles, 28 de febrero de 2024

alquiler en Madrid: "No sé si esto es legal" Historia de J. García González


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El cantante emergente J. Zambrana, muy activo en redes sociales, ha compartido en su cuenta de TikTok las normas de convivencia un tanto “sospechosas” del piso de Madrid, en donde tiene alquilada una habitación y convive con otras personas con las que no le une ningún vínculo personal.

El malagueño, de 28 años y reconocido artista pop dentro del colectivo LGTBIQ+, consideró al inicio del vídeo que “algunas de ellas yo creo que son ilegales”. Tras comentar que tiene prohibido fumar y que entiende las razones, dijo que “debería poder fumar, por lo menos, en la ventana”.

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Roberto Ruiz Anderson

Otra de las normas afirma que está prohibido convivir con animales y plantas. “En una habitación de tres metros por cinco no voy a meter a un perrito ni a un gato, pero ¿un pez o un terrario con una iguana? Pero lo que más me extraña es lo de las plantas. ¿Cómo no voy a poder tener un cactus?”, aseguró el artista antes de bromear diciendo que “no puedes ser gay si no tienes plantas”.

¿Hasta dónde me lo pueden prohibir?

Asimismo, los propietarios tampoco permiten encender velas o incienso en las habitaciones “por seguridad”, así como “la utilización de estufas, hornillos u otros electrodomésticos”. Tampoco está permitido la celebración de fiestas y “queda prohibida la entrada, el consumo y el tráfico de sustancias ilegales no autorizadas dentro de cualquier estancia de la vivienda”, así como en la escalera, el rellano, el portal y el acceso a la finca. “¿Hasta dónde me pueden prohibir a mí hacer lo que quiera en mi habitación?”, se preguntó Zambrana.

Firma de un contrat de alquiler (Foto: iStock)

También dijo que no se puede hacer un uso indebido de los extintores o almacenar productos inflamables. Además, tiene que respetar los horarios de funcionamiento de la cocina y la lavadora, “porque tengo un horario para usarla”. Otra norma le prohíbe escuchar música sin auriculares a partir de las 22:00 horas para respetar el descanso de los demás inquilinos.

Queda también prohibida la pernoctación de cualquier persona ajena a la vivienda. “Esta es la que más me echaba a mí para atrás”, reconoció el malagueño. Junto a esto, los arrendadores piden que no se almacene basura y se respeten y se mantengan en orden las zonas comunes que él resume en una cocina pequeña y dos cuartos de baño, donde solo se puede usar papel higiénico y no se puede echar cuerpos extraños en los inodoros. “¡Esto es el colmo! Que me diga usted cómo me tengo que limpiar”, reflexionó.

Por último, comenta que tiene carteles por toda la casa con el mensaje de “si lo rompes, lo pagas”, aduciendo que los propietarios pagarán la reparación y luego se descontará del alquiler del inquilino, algo con lo que no está de acuerdo si esto se produce por uso normal de las cosas. Todas estas normas estaban incluidas en el contrato que tuvo que firmar.

Los propietarios tienen carteles por toda la casa con el mensaje de “si lo rompes, lo pagas”

Sin embargo, con posterioridad pusieron otra norma que prohibía la entrada a cualquier persona que no figure en el contrato, por lo que no puede invitar a amigos a comer a casa o a tomar café. “Yo no sé si esto es legal o no”. Además, “puede entrar a mi habitación para limpiar el balcón, que es una zona común, aunque esté en mi habitación y que no se hacen responsables si después se pierde algo”, dijo sobresaltado.


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