Las acelgas (beta vulgaris var. Cicla), son una verdura de la familia de las Amaranthaceae. Desde hace milenios, son de los vegetales más consumidos en la dieta mediterránea, pues los griegos, romanos y árabes ya consumían acelgas, y, gracias a ellos, conocemos todas las propiedades de esta verdura.
Se trata de una verdura que no resulta agradable para muchos niños, pues su tacto hace que la coman con angustia. Sin embargo, conforme las personas se hacen mayores, comienzan a darle el verdadero valor a la acelga.
Las mejores estaciones para consumir acelgas son otoño e invierno, aunque se pueden comprar durante todo el año en los supermercados o en una verdulería.
Son perfectas para llevar a cabo dietas depurativas, ya que tienen gran cantidad de fibra y muy pocas calorías. Además, también son beneficiosas por sus múltiples vitaminas y minerales como el calcio y el potasio.
En todo el mundo se cultivan, principalmente, dos variedades de acelgas: blanca y verde, y lo cierto es que ambos tipos de acelgas tienen virtudes medicinales muy beneficiosas.
Propiedades de la acelga
Tras la apariencia poco atractiva que tiene una acelga, se esconden una elevada cantidad de propiedades nutricionales. En primer lugar, las acelgas nos aportan altas cantidades de vitamina K, E, C, B (B1, B3, B5, B6, B9) y A.
Por otro lado, también contienen minerales como fósforo, hierro, potasio, sodio, calcio y cobre, además de ácidos grasos omega-3, betacaroteno, flavonoides, ácido fólico, yodo y luteína.
Asimismo, esta verdura es favorable porque también nos aporta una gran cantidad de fibra soluble y más hierro que las espinacas.
De este modo, se trata de una verdura muy nutricional y con pocas calorías, que hace que sea la mejor opción para el primer plato de una comida.
Ventajas y desventajas de la acelga
Como principal ventaja, las acelgas son una verdura importante para mantener una piel sana y tener una buena visión, explican desde Mifarma by Atida. Concretamente, este vegetal ayuda a evitar la conjuntivitis y el glaucoma.
Además, las acelgas favorecen la digestión de los alimentos, ayudan a combatir la anemia y mejoran la circulación sanguínea. También son útiles para evitar estreñimiento, para introducir en las dietas y para prevenir el colesterol.
Sin embargo, los expertos aseguran que, en algunos casos, no es recomendable consumir acelgas, por lo que cuentan con una serie de desventajas. Así, antes de consumirlas, hay que tener en cuenta que son ricas en fibras y agua, por lo que un consumo excesivo puede ocasionar problemas gastrointestinales como la diarrea.
Concretamente las personas que toman tratamientos coagulantes también deben tener precaución con esta verdura. Además, si eres propenso a padecer cálculos renales o los padeces, se debe evitar su consumo, ya que las acelgas producen una gran cantidad de oxalato sódico vegetal.
Cómo podemos consumir las acelgas
Las acelgas pueden consumirse de distintas formas. En primer lugar, para evitar disgustos con los niños, hay que evitar una cocción larga a alta temperatura. Así, se deben cocer con poca agua y un poco de sal durante 3 o 4 minutos. También se pueden cocinar salteadas o al vapor.
Pero las acelgas también se pueden comer crudas en ensaladas con un buen aliño, o mediante zumos con sus hojas.
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