sábado, 26 de octubre de 2019

Marcas blancas aumento en España

AUMENTO DEL CONSUMO DE LAS MARCAS BLANCAS (G1)

Beatriz Sánchez y Sara Ceballos

¿Por qué ha aumentado el consumo de marcas blancas en España? ¿En qué deriva este consumo? ¿A caso, es el fin de la lucha de marcas tal y cómo la conocemos? Estas son algunas de las preguntas que nos planteamos a cerca del tema a raíz de los cambios que se están sucediendo en el consumo de marcas. Para dar más sentido a la situación, tenemos que tener en cuenta ciertos factores que influyen para que este cambio se produzca en España.
Anteriormente a la crisis, las marcas blancas no tenían el reconocimiento del que gozan actualmente en España. Esto es debido a la publicidad que crean las grandes empresas, originando en el consumidor una percepción revalorizada de la marca. Por lo que se diferencian gracias a este valor añadido, principalmente por atribuirle un imaginario que conecte con el consumidor, en vez de destacar las características físicas del producto o, más bien, su calidad. Como destacaba Baudrillard el consumo de signos sustituye a la necesidad, esto es lo que guía a nuestra sociedad, el buscar la diferencia a través del producto. Todo esto es propicio, por la noción de consumo que prima en la sociedad en estos años, en la que la marca juega un papel de distinción social y conecta con la forma de vida del consumidor. Un ejemplo de ello, sería el consumidor que elige la marca Nike en ropa deportiva y no se conforma con otra marca, porque esto le da prestigio en su grupo social. Así, Nike ha conseguido transmitir esa diferencia (valor signo) con respecto a las demás marcas al inculcar al consumidor que sus productos son una forma de entender la vida, de superar retos y conseguir éxito deportivo. Por lo que los deportistas encuentran motivación, un apoyo para desarrollarse y conseguir éxito deportivo en la marca, lo que establece
una relación consumidor-Nike que va más allá del producto físico, le aporta una diferencia que otras marcas no consiguen.
Contrariamente, a partir de la crisis el consumo de marcas ha cambiado. De tal forma, que se ha reeducado a la sociedad en el consumo de marcas blancas. Queremos reincidir en el concepto de “reeducar”, puesto que desde que aparece el consumo en las sociedades modernas, es fundamental la educación en el mismo para poder discriminar los productos con respecto a su valor. Así, se elegirán unos productos u otros según su valor signo en la sociedad. De tal manera, que sí anteriormente la educación del consumo sobre todo en la alimentación, se basaba en la marca (líder) como símbolo de calidad y prestigio, ahora son nuevas empresas las que reeducan a la sociedad con respecto a esto en el consumo de marcas blancas. Esto se lleva a cabo principalmente por empresas como Mercadona que entran con fuerza en el mercado a partir de la crisis en España. Esencialmente
comienzan introduciendo su marca Hacendado en los productos lácteos, y posteriormente se amplía a todas las gamas de productos, creando también otras marcas como Deliplus(perfumería) o Bosque verde(droguería). Y así, las marcas líderes van perdiendo fuerza y cuota de mercado ante marcas blancas como Hacendado, que demuestran que sus productos son de calidad y más económicos sin tener que hacer publicidad para atraer al consumidor, pero sí centrándose en un marketing directo
(descuentos o 2x1). Ahora, se asocia a la marca blanca con calidad y ahorro, en vez de marca x (líder) a calidad y prestigio (caro).
Con esta nueva percepción de las marcas por parte de los consumidores, las grandes empresas se han visto obligadas a lanzar nuevas marcas blancas al mercado, para poder competir con estas “nuevas marcas líderes” como es el ejemplo de El Corte Inglés, que sorprendentemente crea la marca Veckia para hacer frente a la competencia y, más concretamente a Mercadona
Todo ello supone, que actualmente España sea líder en consumo de marcas blancas con un total de 40%. A este consumo sólo se le resiste una parte del mercado como son las bebidas refrescantes o espirituosas.
Para concluir queremos destacar que el consumo está evolucionando, pero no de la manera esperada por las grandes marcas, ya no se busca un prestigio social por consumir una marca líder sino que se busca una oferta de calidad-precio por parte de cualquier marca, sin importar cuál sea. Por lo que se ha evolucionado de un consumo de marcas blancas en alimentación (supermercados) a un consumo generalizado de marcas
blancas en todos los ámbitos o actividades sociales y humanas, como puede ser el buscar ofertas low-cost de viajes o de otro tipo de ocio. Ya no se trata de distinguirse por conseguir el producto o servicio más selecto en cuánto a precio alto, sino de conseguir el producto más selecto en cuánto a precio económico. Un ejemplo de ello son los vuelos low-cost, que consiguen suscitar envidias o reconocimiento cuando se logra viajar a un país extranjero por tan sólo un
euro, cuando otros realizan el mismo viaje a un precio de doscientos euros o más. La idea aquí, es que la calidad de vida aumente no en proporción al dinero que nos gastamos, sino en cuanto a servicios. Con esto se tiende a encontrar un prestigio social a través de servicios low-cost, en vez de encontrarlo en el derroche, por los mismos servicios ofertados, en marcas de renombre.
Finalmente, si no se encuentra una mejora a la situación económica, la crisis va a terminar cambiando los hábitos de consumo drásticamente, de tal manera que las grandes empresas deberán buscar estrategias alternativas a las frecuentes para reinventar el valor añadido y mantener el consumismo y, por tanto, el capitalismo.
El siguiente enlace es un ejemplo de tipo de consumo low-cost que se implanta en nuestra sociedad, un consumo relacionado con la calidad y al ahorro, lo que también se puede extrapolar al consumo de marcas blancas
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