sábado, 12 de octubre de 2019

La lucha de Aless Lequio Garcia

a alarma saltó el pasado martes 3 de septiembre, durante la presentación de MasterChef Celebrity. ¿Dónde estaba Ana García Obregón? ¿Por qué una de las concursantes más populares del programa no estaba presente en esa ocasión? Al no acudir, unos días después, al Festival de Cine de Vitoria, se empezó a especular con que el motivo de su ausencia podía estar relacionado con la salud de su hijo, Aless. Nos hemos puesto al habla con él —son muchos años de amistad y mucho cariño el que nos une—, y le hemos preguntado si ha sucedido algún imprevisto en esta carrera de obstáculos que es su enfermedad.
Aless, al otro lado del teléfono, está animado y no pierde el sentido del humor, como siempre, pero sí, nos ha querido aclarar —para evitar especulaciones o conclusiones equivocadas— que durante una revisión rutinaria ha surgido un contratiempo. Eso implica que la lucha continúa. Esta noticia puede resultar sorprendente para quienes no conocen de cerca el proceso de curación de las enfermedades oncológicas. Precisamente ahora, cuando más saludable es el aspecto de Aless, con su pelo rebelde y ese cuerpazo que ha lucido durante estos días de vacaciones, en los que le hemos visto disfrutar junto a sus amigos y su familia del mar, el descanso y la buena gastronomía, se abre un nuevo capítulo, inesperado.
La batalla es larga, pero todo tiene su lado bueno, nos dice. Tanto Ana García Obregón como Alessandro Lequio están con él, formando equipo. Sin dramatismos. Más positivos y con ganas de vivir y luchar que nunca. Todavía no saben si tendrá que volver a Estados Unidos. Habrá que ir tomando decisiones paso a paso, con calma. De momento, Aless, a través de estas líneas, aprovecha para mandar un mensaje de apoyo a todos los luchadores y luchadoras que hay ahí fuera. Como nuestros lectores recordarán, en marzo del año pasado, Aless Lequio comenzó la batalla contra el cáncer que acababan de diagnosticarle. Durante seis meses, recibió tratamiento médico en un hospital de Nueva Jersey, en Estados Unidos, y después regresó a España, donde continuó su terapia, en Madrid. En todo ese tiempo, su madre, Ana García Obregón, nunca se separó de su lado. También su padre y sus amigos más cercanos hicieron piña con él, conocedores de que a esta enfermedad, como a cualquier otra, se la vence con las armas del cariño, el positivismo y sin dramatiEn Navidad tuvimos ocasión de hablar largo y tendido con Aless sobre este capítulo inesperado de su vida y de lo que había significado para él. Nos encontramos con el mismo chico despistado de siempre, pero con muchas experiencias nuevas. En aquella entrevista nos comentaba que ni él ni su familia habían perdido el sentido del humor. “Somos una familia que nos reímos de todo”, nos decía, y así vamos a seguir. Cinco meses más tarde, en mayo, al final del tratamiento, volvimos a encontrarnos, y Aless nos sorprendió con sus nuevos rizos y su barba pelirroja. Durante todo este tiempo, ha sido emocionante comprobar cuánta gente sigue a Aless en sus redes sociales, y qué grande es el cariño, la simpatía y la amistad que sienten hacia él. Cuánto ánimo es capaz de compartir Álex con su risa permanente. Cuánto bueno. Ojalá este susto pase pronto y podamos volver a charlar, como siempre, entre risas, de las aventuras pasadas y las que quedan por venir.
zar.Álex Lequio


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