Es parte de nuestra rutina diaria, pero no tiene por qué convertirse en un simple trámite. Aquí tienes una serie de sencillos consejos para sacarle al ritual cotidiano de la ducha el máximo partido posible y, además, disfrutarlo.
Hay quien elige ducharse por la mañana para activarse y empezar el día con energía. Otros prefieren disfrutar de esta saludable rutina por la noche, poco antes de acostarse, porque su efecto inmediato de distensión muscular les relaja antes de irse a dormir. Y también hay un gran porcentaje que se da esas dos duchas más o menos preceptivas e, incluso, alguna otra tras su rutina de ejercicio.
Ducharse es del todo recomendable, por supuesto que sí, Pero cuidado con el abuso, porque hay varios estudios que revelan que la capa córnea de la piel, la más externa, muy importante por su función protectora, puede verse dañada por el exceso de agua y jabones.
También hay que ser prudente con la temperatura del agua ya que, si está muy caliente, puede provocar flacidez y sequedad en la piel. Los geles y jabones deben ser suaves y respetuosos con el pH de la piel. Los dermatólogos dicen que basta con enjabonar a diario axilas, genitales, manos y pies, sin una atención especial al resto de zonas del cuerpo más que de vez en cuando.
Hay que prestar atención al uso agresivo y continuo de esponjas y toallas, porque el frote constante puede agredir la pieles más sensibles.
En su justa medida
La duración recomendada para una ducha es entre siete y diez minutos.
Disfruta del momento y elige productos con texturas especiales y propiedades aromaterapéuticas que contribuyan a cargarte de energía para empezar el día o detoxificar y a suavizar el ánimo y la piel tras la larga jornada. Aprovecha para utilizar exfoliantes que contribuyan a activar la regeneración de la piel y termina, tras el secado con productos hidratantes que le devuelvan el confort.
Si optas por llenar la bañera, no estés en remojo más de 20 minutos, preocúpate de mantener el agua a una temperatura constante y aprovecha para aplicar alguna mascarilla en el rostro o en el pelo.
La experiencia será aún más gratificante si, mientras te bañas, escuchas algo de música de tu play list favorita y sustituyes algo de luz eléctrica por velas. Aceites, sales o una bomba de baño le darán ese toque hedonista que siempre debe tener un buen baño
Si optas por llenar la bañera, no estés en remojo más de 20 minutos, preocúpate de mantener el agua a una temperatura constante y aprovecha para aplicar alguna mascarilla en el rostro o en el pelo.
La experiencia será aún más gratificante si, mientras te bañas, escuchas algo de música de tu play list favorita y sustituyes algo de luz eléctrica por velas. Aceites, sales o una bomba de baño le darán ese toque hedonista que siempre debe tener un buen baño
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