Es un edificio que destaca sobre el resto, en un barrio financiero donde abundan las torres de decenas de pisos. Pero no se limita a asomarse: la Torre Itaim, además, lo hace con elegancia, aportando un halo de modernidad estética a una zona dominada por bloques cementosos.
Durante el Tall + Urban Innovation Conference, en Shenzhen (en la costa sur de la provincia de Cantón, China), se acaban de entregar los premios CTBUH (Council On Tall Buildings And Urban Habitat), que reconocen los proyectos que han hecho aportaciones extraordinarias al avance de edificios de gran altura en los entornos urbanos, y que al mismo tiempo contribuyen a la sostenibilidad. En esta ocasión, el premio en la categoría de edificios de hasta 100 metros de altura ha sido para el proyecto Torre Itaim, del estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos. Esta construcción competía con obras como The Opus, en Dubai, de Zaha Hadid Architects, o Emblem, en Sydney, de BVN Architecture Studio, entre otros muchos. Todas las propuesta fueron evaluadas por un grupo de prestigiosos expertos entre los que se
evaluadas por un grupo de prestigiosos expertos entre los que se encontraban Karl Fender, fundador del estudio australiano Fender Katsalidis Architects, y la arquitecta parisina Ariane Dienstag.
La Torre Itaim es un edificio de apartamentos situado en São Paulo, en Itaim Bibi, un exclusivo barrio que incluye la zona de Vila Olimpia y que es famoso por sus torres de oficinas y su glamurosa vida nocturna. Es un barrio que ha experimentado una profunda transformación, pasando del tradicional tejido de viviendas unifamiliares en extensión horizontal a un ‘skyline’ de edificaciones de altura, principalmente
evaluadas por un grupo de prestigiosos expertos entre los que se encontraban Karl Fender, fundador del estudio australiano Fender Katsalidis Architects, y la arquitecta parisina Ariane Dienstag.
La Torre Itaim es un edificio de apartamentos situado en São Paulo, en Itaim Bibi, un exclusivo barrio que incluye la zona de Vila Olimpia y que es famoso por sus torres de oficinas y su glamurosa vida nocturna. Es un barrio que ha experimentado una profunda transformación, pasando del tradicional tejido de viviendas unifamiliares en extensión horizontal a un ‘skyline’ de edificaciones de altura, principalmente viviendas que están destinadas a satisfacer la creciente demanda residencial de la próspera clase media alta residente en la capital económica de Brasil.
El edificio cuenta con 123 apartamentos de aproximadamente 30 metros cuadrados distribuidos en 85 metros de altura que se elevan sobre un zócalo de áreas comunes en las que hay squash, restaurante, piscina cerrada, sala social, etcétera y aparcamientos.
Una de las pretensiones de este proyecto era maximizar el espacio y la funcionalidad. Todo un reto dado que la torre se veía muy condicionada por las limitaciones de volumetría impuestas por la normativa y por las estrictas exigencias de optimización. No obstante, al final se fueron distribuyendo pequeñas viviendas con amplias terrazas individuales, además de vestíbulos comunes y ascensores con vistas a la ciudad. Los espacios sociales –que no influían en el cómputo de la tasa de edificabilidad- se dispusieron en una planta intermedia claramente diferenciada que dividía la torre en dos partes
De este modo, en la Torre Itaim las plantas se articulan sobre dos crujías paralelas -la crujía es el espacio arquitectónico comprendido entre dos muros de carga, dos alineamientos de pilares entre un muro y los pilares alineados contiguos- y un núcleo central de comunicaciones que incluye dos baterías de ascensores panorámicos.
Un edificio lleno de color
Las principales aberturas de las viviendas se abren a norte y sur, con balcones profundos para evitar una excesiva exposición solar. Por su parte, las fachadas orientadas al éste y al oeste, que son las más expuestas en el clima de São Paulo, se resuelven con una gran presencia de una superficie opaca protegida por una fachada ventilada de piezas cerámicas esmaltadas de gran formato. Para los laterales de los balcones, el revestimiento cerámico deja paso a unas celosías que preservan la intimidad de las viviendas y enmarcan las vistas desde el interior de las viviendas. El juego y la combinación de colores de las piezas de revestimiento pretenden tanto la individualización cromática de cada nivel como la búsqueda de un diseño singular que aportara un gran valor cualitativo y una profunda diferenciación, que era lo que buscaba el cliente pues su deseo era crear una torre muy colorida.
Gracias a este peculiar diseño, el edificio se convierte así en una espigada torre en la que, no obstante, es posible reconocer las diferentes unidades de vivienda por el color y el entramado que marca la construcción. En las plantas superiores, la prolongación del núcleo central y unos apartamentos de mayor tamaño rematan el edificio de forma escalonada para fundirse con el perfil urbano y generar unas amplias terrazas para el disfrute de las inmejorables vistas sobre la ciudad.Sus creadores
b720 Fermín Vázquez Arquitectos es un estudio en el que trabaja un equipo de 30 personas y ofrece servicios en arquitectura, planeamiento urbano, diseño interior y diseño industrial tanto para el sector público como para el privado. Cuenta con oficinas en Madrid y Barcelona. Entre sus reconocimientos internacionales más prestigiosos se encuentran: AIT-Award 2014 por el mercado Encants Barcelona, RIBA Award 2010 por la Ciudad de la Justicia en Barcelona, International Award Architecture in Stone 2009 por la Plaza del Torico, LEAF Award 2006 por el edificio Veles e Vents de la Copa America, European Public Space Award 2004 por el Paseo del Óvalo. Su obra ha sido expuesta en el MoMA de Nueva York, en el Cité de l'Architecture et du Patrimoine de París y, recientemente, en la Galería AEDES de Berlín.
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