lunes, 6 de mayo de 2019

El paleotraining arrasa en España

Nuestros ancestros eran unos auténticos atletas que basaban su rutina diaria en un continua actividad para conseguir alimentos". Esta es la premisa que le sirvió a Airam Fernández para crear el 'paleotraining' en Lanzarote, un método de entrenamiento que vuelve al Paleolítico para retomar los movimientos del hombre prehistórico con el objetivo de recuperar "la sensación de sed, de hambre real, las ganas de moverse y, también, la líbido". Otra forma de reinvención del fitness que está logrando penetrar -"poco a poco"- en ciudades como Barcelona o Madrid, testigos directos de cómo sus parques comienzan a llenarse de deportistas corriendo descalzos, reptando por su césped o haciendo ejercicios en las ramas de los árboles.
"Buscamos reconciliarnos con nuestros genes, darles la coherencia que éstos necesitan. No nos demandan montar en bicicleta o hacer pilates, pero sí requieren los movimientos que servían a nuestros antepasados para sobrevivir: cargar cosas, trepar, apilar, correr, coger, cargar, reptar, saltar, etc", explica Fernández. Para el creador, "el pequeño" cambio genético que ha experimentado el ser humano desde el Paleolítico es suficiente para justificar que "lo que necesitamos hacer es lo que se hacía en el pasado". En otras palabras, "si hemos evolucionado genéticamente sólo un 0,1% en 160.000 años para qué inventar otros movimientos no necesarios".
De esta forma, el 'paleotraining' se estructura en 150 ejercicios que se combinan a través de 30 sistemas de entrenamientos con diferentes objetivos fisiológicos, todos ellos marcados por cinco principios: salud, silueta, postura, proporción corporal y rendimiento físico y deportivo. A su vez, los movimientos se dividen en 15 funciones -los 'paleoejercicios' no se organizan por grupos musculares, sino por flujos ligados a las funciones motrices del Homo Sapiens- y todos ellos, también como en el 'tacfit' o 'crossfit', utilizan el sistema fraccionado interválico (H. I. T. T.)

Movimientos del ser humano

Óscar Molina, entrenador de esta modalidad en Madrid, cuenta a EL MUNDO cómo la formación recibida para ser técnico paleo "le cambió la vida". Ha pasado de "picar" en diversos deportes a centrarse en esta nueva filosofía de vida. Y así se lo transmite a sus alumnos, que entrenan tanto en espacios abiertos como cerrados, siempre acondicionados estos últimos "para que se parezcan lo más posible al aire libre". Reconoce que puede parecer "extraño" o "llamativo" encontrarte en mitad del paque con una clase de 'paleotraining', pero asegura: "No hacemos otra cosa que repetir movimientos que identifican al ser humano".
Organiza sus clases con una parte previa de calentamiento, una parte central, donde el deportista alcanza el clímax, y una vuelta a la calma. Para lograr la máxima efectividad en sus sesiones, utiliza un método muy dinámico y los movimientos nombrados anteriormente los combina para, por encima de generar masa muscular o pérdida de grasa, "aportar salud". "El 'paleotraining' recupera y desarrolla las curvas y formas del ser humano saludable. El método ayuda a conservar una silueta esbelta, de manera que informe del estado de salud de las personas, más allá de otros factores ligados al envejecimiento".
Los "adictos" al paleo que entrenan con Molina resaltan "la gran flexibilidad y fuerza" adquirida desde que se sumaron a esta nueva fiebre, pero sobre todo "la eliminación de raíz de la sensación de cansancio y corrección de posturas viciadas de manera crónica". Y es que el origen del 'paleotraining' se encuentra en un programa de ejercicios terapéuticos para pacientes con problemas de columna lumbar, dorsal y cervical y restricciones de la articulación escapulohumeral (hombro). El uso de sus movimientos, según explican sus creadores, "recupera la extensión corporal perdida por hábitos adquiridos en la actualidad"


ESPAÑA

Reinventando el 'fitness'

Llega el 'paleotraining', y viene desde la Prehistoria

  • Los parques comienzan a llenarse de deportistas que corren descalzos, reptan por el cesped y hacen ejercicios en las ramas de los árboles



Tacfit y paleotraining, entrenamientos alternativos. SERGIO GONZÁLEZ Y ANTONIO HEREDIA



     
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"Nuestros ancestros eran unos auténticos atletas que basaban su rutina diaria en un continua actividad para conseguir alimentos". Esta es la premisa que le sirvió a Airam Fernández para crear el 'paleotraining' en Lanzarote, un método de entrenamiento que vuelve al Paleolítico para retomar los movimientos del hombre prehistórico con el objetivo de recuperar "la sensación de sed, de hambre real, las ganas de moverse y, también, la líbido". Otra forma de reinvención del fitness que está logrando penetrar -"poco a poco"- en ciudades como Barcelona o Madrid, testigos directos de cómo sus parques comienzan a llenarse de deportistas corriendo descalzos, reptando por su césped o haciendo ejercicios en las ramas de los árboles.
"Buscamos reconciliarnos con nuestros genes, darles la coherencia que éstos necesitan. No nos demandan montar en bicicleta o hacer pilates, pero sí requieren los movimientos que servían a nuestros antepasados para sobrevivir: cargar cosas, trepar, apilar, correr, coger, cargar, reptar, saltar, etc", explica Fernández. Para el creador, "el pequeño" cambio genético que ha experimentado el ser humano desde el Paleolítico es suficiente para justificar que "lo que necesitamos hacer es lo que se hacía en el pasado". En otras palabras, "si hemos evolucionado genéticamente sólo un 0,1% en 160.000 años para qué inventar otros movimientos no necesarios".
De esta forma, el 'paleotraining' se estructura en 150 ejercicios que se combinan a través de 30 sistemas de entrenamientos con diferentes objetivos fisiológicos, todos ellos marcados por cinco principios: salud, silueta, postura, proporción corporal y rendimiento físico y deportivo. A su vez, los movimientos se dividen en 15 funciones -los 'paleoejercicios' no se organizan por grupos musculares, sino por flujos ligados a las funciones motrices del Homo Sapiens- y todos ellos, también como en el 'tacfit' o 'crossfit', utilizan el sistema fraccionado interválico (H. I. T. T.)

Movimientos del ser humano

Óscar Molina, entrenador de esta modalidad en Madrid, cuenta a EL MUNDO cómo la formación recibida para ser técnico paleo "le cambió la vida". Ha pasado de "picar" en diversos deportes a centrarse en esta nueva filosofía de vida. Y así se lo transmite a sus alumnos, que entrenan tanto en espacios abiertos como cerrados, siempre acondicionados estos últimos "para que se parezcan lo más posible al aire libre". Reconoce que puede parecer "extraño" o "llamativo" encontrarte en mitad del paque con una clase de 'paleotraining', pero asegura: "No hacemos otra cosa que repetir movimientos que identifican al ser humano".
Organiza sus clases con una parte previa de calentamiento, una parte central, donde el deportista alcanza el clímax, y una vuelta a la calma. Para lograr la máxima efectividad en sus sesiones, utiliza un método muy dinámico y los movimientos nombrados anteriormente los combina para, por encima de generar masa muscular o pérdida de grasa, "aportar salud". "El 'paleotraining' recupera y desarrolla las curvas y formas del ser humano saludable. El método ayuda a conservar una silueta esbelta, de manera que informe del estado de salud de las personas, más allá de otros factores ligados al envejecimiento".
Los "adictos" al paleo que entrenan con Molina resaltan "la gran flexibilidad y fuerza" adquirida desde que se sumaron a esta nueva fiebre, pero sobre todo "la eliminación de raíz de la sensación de cansancio y corrección de posturas viciadas de manera crónica". Y es que el origen del 'paleotraining' se encuentra en un programa de ejercicios terapéuticos para pacientes con problemas de columna lumbar, dorsal y cervical y restricciones de la articulación escapulohumeral (hombro). El uso de sus movimientos, según explican sus creadores, "recupera la extensión corporal perdida por hábitos adquiridos en la actualidad".

La paleodieta

La mayoría de los pupilos de Molina practican el 'paleotrainging' pero no se han sumado a la 'paleodieta', un modelo de alimentación que promueve el hábito de entrenar en ayunas para estimular los sistemas energéticos y el sistema de recompensa. Además, propugna la ingesta de los alimentos sólo existentes en la era Paleolítica como forma de nutrición adecuada. Este tipo de nutrición rehuye por completo de nutrientes que son "demasiado nuevos". Estos son aquellos que la revolución agrícola incorporó a la dieta del hombre -cereales y lácteos- y los que aportó la revolución industrial -azúcares, grasas trans y aceite vegetal-. Así, la paleodieta busca cubrir dos grandes grupos de nutrientes: los macro, donde se encuentran las proteinas, las grasas y los carbohidratos; y los micro, que aportan minerales, vitaminas y flavonoides.
Otra peculiaridad que proponen los creadores de este retorno a la dieta de la Prehistoria es la de no comer más de tres veces al día. A diferencia del alto consenso alcanzado entre nutricionistas sobre las cinco comidas diarias recomendadas. Carlos Pérez, especialista en medicina natural y autor de Paleovida, defiende este método afirmando que "existe una evidencia científica" que apoya su tesis. Esta es, el cuerpo puede estar en conducta exploratoria -cuando no comemos y estamos activos- o conducta de ingesta -cuando hacemos la digestión-, y mientras el cuerpo está en ésta última menos necesidad tenemos de estar moviéndonos, una situación que desemboca en el sedentarismo.
Para el experto, si se lleva a cabo esta dieta combinada con el ejercicio físico, favorecerá "tres pilares básicos de la salud": la antiinflamación -para mejorar diferentes alteraciones, como la falta de energía o trastornos menstruales-, el equilibrio del ph -con el que evitar el dolor de cabeza, dolores y calambres musculares- y la normoglucemia -la regulación de la glucosa y la insulina, asegura, proporciona un mayor equilibrio energético y un menor almacén de grasa-
Resultado de imagen de fotos de paleotraining

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