¿PUEDE LA NATURALEZA GENERAR ELECTRICIDAD?

 Pablo Vidarte lidera Bioo, una innovadora startup que ha creado un sistema que obtiene la energía que se genera de la descomposición de materia orgánica

La relación que existe entre vigilia e inspiración es aún un misterio. Por qué en mitad de la noche brotan las ideas con claridad y ambición inusitadas. O qué porcentaje de estas se diluye con la misma espontaneidad con la que interrumpen el descanso. No es el caso de Pablo Vidarte, CEO y fundador, a quien una pregunta traspasó, literalmente, un sueño: un jardín capaz de generar energía. ¿Se podría tratar la naturaleza como si fuera un generador de electricidad, obviamente, sin dañarla? El adverbio no sobra, pues la misión de Bioo es liderar el cambio hacia un futuro más verde, donde la sostenibilidad es el eje central y la tecnología la herramienta principal para lograrlo. Eran las tres de la madrugada, pero cambiar el mundo, o mejor dicho, su destino, no entiende de horas.

En Bioo, la tierra es, de alguna manera, principio y fin, en el sentido más amplio de la expresión. Por eso, generan electricidad a través de la naturaleza a partir de la descomposición de materia orgánica. “Lo que tenemos es un reactor biológico que genera energía de forma constante, de día y de noche, esté lloviendo o esté nublado. Al final puedes hacer con esa energía lo que quieras, acumularla o utilizarla en tiempo real y en ese aspecto funciona como cualquier otro generador de energía”, comparte Vidarte, de 25 años, para quien “crear soluciones alineadas con la naturaleza es de sentido común”, y no un asunto puramente generacional.

Esta innovadora start-up cuenta con dos líneas de acción. Por una parte, la generación de electricidad a través de la descomposición de sustancias orgánicas por microorganismos en la tierra donde se liberan electrones capturados por su sistema. En esta línea, Bioo ha desarrollado el primer sensor sostenible para agricultura de precisión alimentado energéticamente por la tierra misma, ahorrando costes al evitar el uso de pilas químicas y sus reemplazos, y haciendo innecesario el uso de costosas instalaciones de paneles solares o su mantenimiento. “Es una batería que literalmente se enchufa al suelo y genera energía para leer parámetros como la humedad, la temperatura, el pH de los campos y permite aplicar la irrigación o la elección de fertilizantes más eficientes”, ejemplifica. Y por otra parte, destacan sus interruptores biológicos, un sistema e instalación que puede transformar cada planta en una tecla de piano o en un interruptor para activar cualquier sonido o instrumento.