sábado, 1 de enero de 2022

¿Cómo surgió la tradición de rociar champagne para celebrar?

 El arte de derrochar champagne en cada celebración es un acto que sólo algunas personas tienen el privilegio de hacer, pues es sabido que esta bebida espumosa es considerada un lujo porque es muy costosa.

Por eso, ¿qué sentido tiene el acto de aventar y desperdiciar champagne por todos lados por el simple hecho de celebrar algo?

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Para algunos es algo excéntrico y, para otros, simplemente es una muestra de felicidad esencial, pero, ¿cómo surgió esta extraña tradición?

Te vas a sorprender, pues no se trata de una historia de que a algún rey muy rico se le ocurrió rociar champagne, sino se trata de un piloto de carreras en Francia.

orría el año de 1907 cuando en la carrera Peking-París comenzaron a dar botellas de champagne a los corredores de autos como forma de obsequio hasta los años 50's cuando se popularizó. 

Después, en 1967, al piloto de autos Dan Gurney por 'accidente' se le esparció la botella Moët & Chandon que le habían regalado a luego de su victoria en la carrera 24 horas de Le Mans y este puso el dedo en la boca de la botella para bañar a todos con la bebida a manera de celebración. 

Así fue como este piloto comenzó la tradición de rociar champagne para celebrar y con el paso de tiempo los siguientes corredores hicieron lo mismo.

Aunque desde que Dan Gurney hizo esto y se quedó como un 'ritual' imperdible, se dice que quien lo hizo antes fue Graham Hill y a Jo Siffert un año antes, en 1966.

Desde entonces, como las carreras de autos también representan un símbolo de lujo y status, no les parece descabellada la idea de derrochar una champagne carísima para celebrar cada victoria.






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