La muchacha desnuda toma el sol
apenas cubierta
por la presencia de las frondas.
Abre su cuerpo al sol
que en lluvia de fuego
la llena de luz.Allá en el horizonte de mí alma
Allá donde solía haber calma
Allá donde no habría ningún valor
Llego a enriquecerlo tu amor
Allá donde nacía el sol y el cielo azul
Pero llegaste, y en eso y más
Te convertiste tú
Allá en mis lugares y momentos
Donde los recuerdos nacen
Te conocí, y esos lugares y momentos
Los conquistó tu imagen
Entre sus ojos cerrados
la eternidad se vuelve instante de oro.
La luz nació para que el resplandor de este cuerpo
le diera vida.
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