viernes, 20 de abril de 2018

Felicidad

Resultado de imagen de paisajes bonitos

En nada me reconforta haber llegado a esta tajante conclusión.
Hay quien es feliz sin amor. Así quisiera ser yo. Pero cómo después de haber probado tantos y tan exquisitos afectos a tu lado. El que tú y yo teníamos, esa pasión dichosa era algo inaudito. Ahora un lento desamor llueve nosotros, gotea por nuestras almas y se cuela por su mal cerradas ventanas. También, creo, está empapando estas letras. La punta de la pluma va y viene sobre el papel con la violencia de las olas de un mar enbravecido. Me encrespa tener que despedirme de tí antes de tiempo. Me comvulsiona esta puta vida. Todo ese dolor que parece siempre ansioso por anularme, por tenerme. Estoy harto de andar esquivándolo, de sentir en mi nuca su olfatear, su félido resueño.
Por eso, entre otras muchas cosas, me voy. Hace ya demasiado, lo sabes bien, que la zozofra me persigue, que la paz no me encuentra, que no sé dónde encontrar el más mínimo sosiego. No tener la culpa y es injusto colgarte a ti con ese peso. Si lo pienso, jamás he descansado, ni si quiera debí hacerlo durante los meses que pasé en el vientre de mi madre. Hasta llegar a ti, como un perro errante y perturbado, siempre busqué reposar en el rincón equivocado, una y otra vez. Y ahora maldita sea. De nuevo todo el desasosiego acojonándome, acompañandome. Quizá no exista paz para mi. Tal vez estoy condenado a la inquietud. Posiblemente la armonía no esté a mi alcanze, o no sepa alcanzarla, no sé, no sé, no sé.
Después de esto, de ti, no se puede amar más; eso parece. Cuanto me vas a faltar. Tu latirás lejana, ajeno a lo que fué a lo que será a todo lo que tenga que venir. Todo ha cambiado, todo. Y ahora lo único en nosotros es la incertidumbre, la puta incertidumbre, las respuestas a tantas cosas que no quiero preguntar. La única certeza son las tinieblas de mi ignorancia. Y para vivir hay que saber, y lo sabes ver, y estar seguro de algunas cosas. Pocas. Y confiar en ellas ciegamente. Como yo confiaba en ti.
No te entretengas más mi amor apenas queda tiempo. No tardes más. Ayúdame a despedazar esta pesadilla, a impedir que sea aún más real de lo que ya es, si volví a la vida fué por ti. No puedo escribir más, perdóname alma mía. Habré sabido yo alguna vez hacerte feliz? Con mucho más que todo mi amor, tuyo eternamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario