viernes, 23 de abril de 2021

Sant Feliu de Llobregat

 Referente en el cultivo de rosas de Cataluña, y sede permanente de la Exposición Nacional de Rosas, Sant Feliu de Llobregat es una tierra de acogida rica en patrimonio cultural y arquitectónico. Paseando por sus calles descubrimos auténticas joyas modernistas, como la estación del ferrocarril, el Pla de l'Eixample o las casas de Joan Batllori. La visita al palacio Falguera y sus jardines (s. xvii) nos trasladan a una época de esplendor 

Sant Feliu de Llobregat, en la comarca del Baix Llobregat, se extiende por la orilla izquierda del río Llobregat y de su valle bajo. El territorio cuenta con la parte alta cerca del río, y la accidentada al lado de la sierra de Collserola. El término también está drenado por el torrente del Terme, el de Mataases y el canal de la Infanta.que esta población ha sabido conservar a pesar del paso del tiempo.

El clima del municipio es mediterráneo litoral. El verano es soleado y seco, y se alarga hasta el otoño. Las precipitaciones se concentran entre otoño y primavera. El mes más frío del año es enero.

Sant Feliu de Llobregat es actualmente una ciudad industrial, sector bastante diversificado: destacan las empresas de los sectores del metal, las quimicofarmacéuticas, las de grifería y las de construcción.

El sector de servicios también ha tenido un fuerte desarrollo y la oferta comercial de Sant Feliu de Llobregat es muy amplia, con importantes ejes.

En cuanto a la agricultura, cabe destacar la floricultura, especialmente el cultivo de rosas.

Los primeros pobladores del territorio fueron del paleolítico, concretamente el Homo erectus, del que se han encontrado restos de herramientas en la zona de Ca n’Albareda. También estuvo poblado por los íberos y por los romanos.

El primer documento escrito que se refiere a Sant Feliu data del año 1002. El núcleo urbano empezó a erigirse alrededor de una capilla, construida encima de las ruinas de una antigua villa romana denominada Ticiano.

La gran expansión de la población llegó en los siglos XIX y XX, con los efectos de la industrialización y el ferrocarril. Sin embargo, su primer incremento demográfico notable lo experimentó en los siglos XVI y XVII, con la llegada de población procedente de territorio francés. Fue precisamente en el siglo XVI cuando se establecerían los primeros ordenamientos municipales y se fundó la parroquia.

La visita a Sant Feliu de Llobregat puede empezar por uno de los edificios más emblemáticos, la Biblioteca Popular Montserrat Roig, obra de los arquitectos Albert Viaplana, Helio Piñón y Ricard Mercadè, que se inauguró en 1993. Su diseño es de base trapezoidal irregular que perfila una silueta en forma de proa de barco.

Otra construcción es la torre de los Rosers, una casa de veraneo erigida al final del siglo XIX en la que destacan los arcos de tipo neoárabe de las ventanas de la planta noble. Actualmente es la sede de la Universitat Oberta de Catalunya.

También se puede ver Cal Doctor Martí, una gran casa novecentista que tiene una torre cuadrada con tejado de cuatro vertientes, y Can Carbonell, una construcción modernista del año 1928 decorada con esgrafiados y trabajo de estuco.

El Palacio Falguera es un majestuoso edificio de estilo neoclásico del siglo XVI. La fachada está decorada con cuatro pilastras que flanquean la puerta y encima está la figura de una mujer que representa la abundancia. Se trata de una antigua propiedad de los marqueses de Castellbell, totalmente rehabilitada, y acoge un magnífico jardín de plátanos centenarios con un lago artificial. Actualmente es la sede de la Escuela Municipal de Música y alberga la Exposición Nacional de Rosas.

Sant Feliu se puede recorrer buscando las sedes y los edificios que han surgido de un fuerte tejido asociativo y del hecho de haber sido capital comarcal. Así, del Archivo Histórico Comarcal se puede ir al Ateneo Santfeliuenc, situado en la calle Vidal i Ribas, y de aquí al Casino o a la Unión Coral, sede de esta entidad fundada en 1892 para promover la música coral. Muchos de estos edificios integran la Ruta del Modernismo, con casi treinta puntos de interés en la ciudad.

Otra ruta interesante es la de los parques, muchos de los cuales son de una gran extensión. El Parque Nadal, que destaca por el estanque y la jardinería, está en el centro de la villa. El Parque d'Europa, que tiene más de tres hectáreas de extensión y conecta con una zona forestal de la sierra de Collserola, incluye un lago y un molino de viento.

El Parque de Torreblanca, sede del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, fue diseñado en el siglo XIX y tiene una extensión de once hectáreas distribuidas en tres zonas: el mirador del laberinto y el bosquecillo, las plazas de la Gerra y de la Gruta, y el lago con su templete.

En cuanto a la cultura popular, en mayo se celebran las Fiestas de Primavera, con la Feria Comercial e Industrial del Baix Llobregat por el centro de la ciudad, donde se exponen más de 200 stands, y la tradicional Exposición Nacional de Rosas, con sede en el Palacio Falguera, donde se puede disfrutar de más de 200 variedades de esta flor.

La fiesta mayor de Sant Feliu es la Fiesta de Otoño, en octubre. Encontramos en ella todo el abanico festivo catalán: dragones, cabezudos, gigantes, gegantons, trabucaires, bastoners, castellers y diablos.









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