jueves, 6 de febrero de 2020

NO LO TIRES AL WC

No lo uses de cubo de la basura: cinco cosas que no deberías tirar al wc (se volverá en tu contra)

Unas veces será por pereza y otras por desconocimiento, pero en ocasiones se utiliza el inodoro como si fuera un vertedero. Muchas de las cosas que arrojas sin pensar al retrete pueden provocar enormes atascos en tu propia casa o el sistema de alcantarillado (con el coste que supone para el bolsillo) o, lo que es aún peor, propagar enfermedades, contaminar los ríos y causar un daño grave al medio ambiente.
 
Usar el inodoro como si fuera un pozo sin fondo es una mala costumbre que afecta a todos, por eso es importante saber qué consecuencias tiene arrojar todo aquello que no es lo obvio. Pelos, algodón, arena de gato, aceite, colillas… Te sorprendería saber la cantidad de cosas que acaban en el alcantarillado, veamos algunas de las más comunes y el impacto que puede tener en tu salud y en la de tu bolsillo.

De todos los productos de higiene personal, el único adecuado para tirar al inodoro es el papel higiénico, que tarda minutos en desintegrarse sin que afecte al sistema de desagüe. Olvídate de todo lo demás. Toallitas húmedas, tampones, compresas, algodón, discos desmaquillantes, bastoncillos o hilo dental ni se deshacen ni son biodegradable, provocan atascos en los sistemas de alcantarillados que son difíciles de eliminar y generan un gasto millones de euros al año.
Pelos
El ciclo del cabello provoca que a diario se pierdan entre 100 y 120 pelos. Se caen en la ducha o en el lavabo y también se quedan en el cepillo cuando te peinas. Recógelos y tíralos a la basura, no al inodoro. Los pelos son los responsables de la mayoría de los atascos domésticos, porque terminan formando una bola con el jabón que acaba por obstruir el bote sifónico.
Aceite y productos químicos
Las grasas en general son otro de los grandes enemigos de los desagües, al enfriarse se convierten en una pasta cerosa que atascan los colectores y, además, provocan malos olores. Además, el aceite en particular es altamente contaminante: un litro de aceite pude contaminar 1.000 litros de agua.
 Lo mismo sucede con ciertos productos químicos como pinturas y disolventes, lo ideal es conservar el sobrante en su envase original y desecharlo en el punto limpio. También ciertos productos de limpieza como la lejía o el amoniaco y los detergentes con fosfatos, es necesario usarlos con moderación y diluirlos bien antes de arrojarlos al inodoro, porque pueden oxidar la materia orgánica y favorecer el crecimiento de algas en detrimento de otras especies.
 Medicamentos
Tirar medicamentos al inodoro puede ser, además de contaminante, perjudicial para la salud. Antidepresivos, anticoagulantes, antiinflamatorios, hormonas sexuales…, los medicamentos que van a parar al desagüe no se consiguen eliminar por completo en las plantas de tratamiento y van a parar a los ríos. El problema está en que algunos de sus principios activos pueden seguir siendo eficaces una vez desechados y a largo plazo pueden tener consecuencias nocivas para la salud de la fauna que los habita.
Arena y heces de gato
 Te puede parecer un rollo tirarlo en una bolsa y llevarlo a la basura, pero es lo que se debe hacer. La arena de gato puede convertirse en un cemento que atasque las tuberías ya que, al tener mucha capacidad de absorción, se expande y se endurece hasta formar un tapón. En cuanto a las heces, contiene un parásito tóxico para el ser humano y la fauna acuática que es resistente al tratamiento de las aguas residuales.
Ni que decir tiene que tampoco deben ir por el retrete pequeños animales muertos como peces, ya que pueden propagar enfermedades.
Estos son sólo algunos ejemplos, pero habría que nombrar cualquier elemento que no tenga la capacidad de degradarse, para evitar que aparezcan flotando en las alcantarillas como preservativos, colillas o tiritas.
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