jueves, 4 de febrero de 2021

Contagio Emocional

 

Sueles contagiarte de las emociones de los demás?

Seguro que estando con otra persona que por ejemplo estaba totalmente abatida y triste, ya sea porque ha sufrido una pérdida o por cualquier otro motivo, te has contagiado de esa tristeza tan profunda, y has acabado marchándote con un peso enorme encime de tus hombros.  O quizás has estado con una persona que te ha aconsejado hacer o no hacer una cosa según si ésta le ha ido bien o mal. Si su experiencia es negativa te la trasmitirá tan intensamente, que acabarás por no hacer aquello que querías realizar, por medio a experimentar las mismas emociones negativas que esa persona. A este hecho se le denomina contagio emocional.

Cuando llegas a absorber las emociones de las personas que te rodean, permites que su estado emocional te influya de modo implacable. Así, si te encuentras rodeado por personas negativas, acabarás por serlo tú también. Ni importa si tu vida esté todo en orden, tu percepción de las cosas será totalmente pesimista y caótica. Lo mismo ocurre con ambiente positivos. Si te ocurre esto es porque estás sufriendo un contagio emocional, que hace que te apropies de todas las emociones de las personas que conforman tu entorno más cercano.

El contagio emocional no es empatía

Si eres una persona que es capaz de absorber las emociones que experimentan los demás, y hacerlas propias, quizás es porque eres una persona altamente sensible y empática. Sin embargo, debemos distinguir las notables diferencias que existen entre la empatía, y el contagio emocional, y éstas son:

  • La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar de los demás, teniendo en cuentas sus sentimientos, y su modo de percibir todo lo que está viviendo en ese momento. Pero la comprensión de todo lo que está experimentando esa persona, no hace que dejes tus propias emociones a un lado.
  • El contagio Emocional se basa en la toma de los sentimientos y emociones que está experimentando, y hacerlos propios. Esto afecta a la vida de las personas que absorben las emociones de los demás, ya que se involucran emocional y psicológicamente con aquello que sienten las personas que les rodean.

La función de las neuronas espejo

Las denominadas neuronas espejo son las que facilitan que sintamos empatía por los demás. Existe una actividad cerebral determinada cuando observamos a los demás. Este grupo de neuronas nos ayudan a reconocer que sienten y que experimentan las personas que conforman nuestro entorno. De ese modo podemos saber en todo momento el estado emocional de quienes nos rodean.

Esta activación neuronal nos permite que empaticemos con otras personas, y seamos capaces de entender sus sentimientos. Gracias a ello podemos socializarnos de un modo más efectivo y delicado. Nos ayuda a construir relaciones basadas en el respeto y la consideración de las necesidades del otro. Pero debemos tener cuidado, una cosa es saber cómo se siente una persona, y otra muy distinta es absorber sus emociones, dejándonos contagiar por ellas.

El contagio emocional y la alta sensibilidad

Las personas altamente sensibles a menudo pueden caer en la trampa de absorber las emociones de los demás. Esta clase de personas conocen profundamente sus emociones, y las reconocen en los demás. Su sensibilidad les da una serie de capacidades empáticas que puede hacerles absorber las emociones que experimentan las personas que les rodea.

Son personas muy inteligentes y sensibles. Son capaces de ofrecer a los demás su apoyo, su ternura y su cariño. Esto puede hacer que persona poco positivas y tóxicas acaben a su lado. Todos hemos escuchado eso de que las personas que viven en la más absoluta oscuridad, siempre buscarán la luz. Pues esa luz son esta clase de personas, y las demás querrán aprovecharse de esa energía. Cuando las personas altamente sensibles están expuestas a emociones muy intensas, pueden acabar por hacerlas suyas, y vivirlas como tal. En ese caso no hablaríamos de tener empatía, sino de acabar con un contagio emocional.

Cómo evitar el contagio emocional

Si eres una persona capaz de absorber las emociones de las demás, y hacerla propias, decirte que puedes evitar ese contagio emocional. Quizás te has dejado llevar por tu inmensa empatía, y no has sabido parar a tiempo, difuminando los límites de tus emociones y las emociones de los demás. Pero es un camino espinado que sólo te hará daño si no pones remedio.

Para evitar el contagio emocional debería elegir siempre la compañía de personas constructivas y positivas. Es el primer paso para no absorber las emociones negativas de los demás. Estar con personas constructivas hará que puedas sentirte bien, motivado, y con ganas de seguir haciendo y experimentando cosas nuevas.

Elegir las personas con las que quieres rodearte te permite decidir cómo quieres sentirte. Las personas negativas y poco constructivas no pararán hasta que tu caigas en su estado emocional. Por ese motivo, debes tener las riendas de tu vida y de tus propias emociones.

Es cierto que no siempre podemos elegir a las personas que están a nuestro lado, pero si tenemos más personas constructivas y positivas, podremos encontrar un equilibrio mayor, y por tanto, poder rechazar todas esas emociones dañinas que puedan trasmitirnos. Al final todo se basa en nuestras decisiones.

Cuando absorbes las emociones de las personas que están a tu lado, es importante que puedas detenerte y reflexionar acerca de cómo te sientes. Conociendo cómo te comportas psicológicamente podrás dar una respuesta acertada cuando estés en presencia de personas con emociones negativas.

Cuando nos contagiamos emocionalmente de otra persona, es porque reconocemos esa emoción, y podemos revivirla de nuevo. Por ese motivo debemos hacer un ejercicio reflexivo acerca del porqué absorbemos las emociones de los demás. Lo más probable es que tengamos algo que tratar. Puede ser inseguridades, miedos, o cualquier otro aspecto que no hemos tratado y ha dejado una huella imborrable en nuestra mente, y que nos haga reaccionar así ante emociones ajenas.

Es de igual modo importante, que llegues a entender tus emociones. Ese hecho te ayudará a distanciarte del estado emocional de los demás. Cada uno tiene su propio camino, y su propio modo de enfrentarse a las cosas. Eso debemos entenderlo. Por tanto, aunque podamos entender a los demás, no podemos ponernos en su lugar.

El contagio emocional es capaz de ir destruyendo a la persona que lo padece de un modo silencioso, y sistemático. Por ese motivo, debemos aprender a distanciarnos de los demás. Podemos ayudar, podemos comprender como se siente esa persona, incluyo podemos haber vivido una situación parecida, pero debemos entender que cada uno tiene su camino y su propia manera de afrontar las cosas, y de gestionar sus emociones.  Por ese motivo, debemos establecer unos límites entre nuestras emociones y la de los demás, porque al final cada uno tiene sus propias batallas que librar.



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