martes, 5 de julio de 2022

Así es como un simple dolor de espalda te avisa del cáncer de pulmón

 Hay ciertas enfermedades que causan un mayor temor en la sociedad. Este es el caso del cáncer de pulmón. A diferencia de otros padecimientos, este solo causa síntomas cuando ya se ha propagado por gran parte del órgano. Sin embargo, algunas personas con cáncer de pulmón en etapas tempranas presentan síntomas. Por este motivo, en este artículo les contaremos cuáles son los principales síntomas de esta enfermedad. Además, les brindaremos detalles de cómo son los tratamientos y cuál es la esperanza de vida de los pacientes diagnosticados

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE PULMÓN SEGÚN LA AECC?

“Dentro del término ‘cáncer de pulmón’ se engloban un conjunto de enfermedades con muy diferente comportamiento y además, en los últimos años, diferentes tratamientos. Es por ello que, el primer paso para dar con un diagnóstico preciso, es la toma de una muestra (generalmente mediante una biopsia) que permita el diagnóstico histológico preciso realizado por un anatomopatólogo experto”, aseguraron desde la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
Está demostrado que el cáncer de pulmón es el más frecuente del mundo, con aproximadamente 1.400.000 nuevos casos al año. Con la mera presencia de uno o más síntomas no alcanza para demostrar la presencia de la enfermedad en el organismo. Son necesarias varias pruebas médicas que proporcionen un diagnóstico certero. Sin embargo, uno podría relacionar el dolor torácico como el síntoma más habitual, pero existe otras señales que nos sirven de aviso.
Uno de los síntomas más sencillos de identificar es la tos persistente, sobre todo si tiene sangre. En este sentido, el cirujano torácico Robert McKenna manifestó que “la mayoría de las personas con cáncer de pulmón tienen tos, ocasionalmente con sangre”. La acumulación de como espeso, de color óxido, también puede ser una señal temprana de esta enfermedad. Por otro lado, el especialista aseguró que se debe acudir al médico si la tos es seca pero persistente.
Otro de los síntomas más usuales que nos pueden alertar sobre la presencia del cáncer de pulmón es el de desarrollar infecciones como bronquitis y neumonía. Estas no llegan a desaparecer completamente e incluso se convierten en enfermedades crónicas. Además, es necesario prestarle una suma atención cuando uno se enferma rápidamente y la enfermedad ataca directamente al pecho. En estos casos siempre es recomendable recurrir al médico para descartar que sea un posible cáncer de pulmón.
La pérdida inexplicable de peso no solo es un síntoma del cáncer de pulmón, sino que además lo es de todos los tipos. Muchas personas (no todas) cuando tienen esta enfermedad suelen experimentar una inexplicable y notable pérdida de peso en algún momento. Cuando se pierden 4 kilos o más puede ser un claro ejemplo del cáncer de pulmón, páncreas, estómago o esófago. “Si el tumor se encuentra en un estado más avanzado, puede crear proteínas que hagan que tu cuerpo adelgace”, afirmó McKenna.

EL DOLOR DE HUESOS PODRÍA SER UN SÍNTOMA DEL CÁNCER DE PULMÓN

Siguiendo con la lista de los síntomas más comunes cuando se padece cáncer de pulmón, el dolor de huesos puede alertarnos de que la enfermedad se ha extendido a otros órganos del cuerpo. Al igual que con los síntomas anteriores, el dolor de huesos puede ser causado por un sinfín de factores que no necesariamente pueden poner en riesgo a nuestra salud. Normalmente, la espalda y las caderas son las zonas donde los enfermos sienten las mayores molestias.

Tal vez el que más alerta a las personas sea el dolor en el pecho. Habitualmente, cuando uno padece cáncer de pulmón, suele sentir molestias en la zona tóxica cuando se respira profundamente, tose o ríe. Además, suele estar acompañado por un silbido proveniente de los pulmones. El dolor en el pecho se genera cuando el cáncer invade la pared torácica o la pleura. Este tipo de síntomas suelen ser característicos de los tumores situados en la zona periférica de los pulmones.

Algo a tener en cuenta es que, cuando el tumor ha crecido considerablemente, suele presionar contra la vena cava superior (la vena grande que lleva la sangre de la cabeza y los brazos al corazón). Esto hace que nuestro cuello y cara se inflaman notablemente. Además, también pueden verse afectados brazos y la parte superior del pecho.



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