lunes, 16 de mayo de 2011

La petición a Bruselas se acordó ayer martes en una reunión mantenida entre la administración catalana y los arroceros y demás sectores agrícolas del Delta afectados por la plaga, según ha trascendido hoy.

La desecación de los campos se quiere hacer una vez finalicen las tareas de siega del arroz en los arrozales del Delta del Ebro.

El año pasado ya se secaron de forma experimental unas 4.000 hectáreas de campos para tratar de eliminar el caracol manzana, pero este año la desecación afectaría a cerca de 10.000 hectáreas, que son en la práctica todo el hemidelta izquierdo del Delta del Ebro.

La desecación antes de tiempo de los campos una vez finalizada la siega requiere de la aprobación de Bruselas porque los arroceros del Delta están sujetos a una serie de normas para cobrar las ayudas agroambientales europeas, que obligan, entre otros aspectos, a mantener los campos inundados buena parte del año.

La desecación para eliminar los ejemplares del caracol manzana necesita que se reduzcan el número de meses de inundación.

El delegado del gobierno catalán en las Tierras del Ebro, Lluís Salvadó, ha reconocido hoy que el Delta del Ebro afronta con la plaga del caracol manzana "un problema que se ha extendido de forma brutal".

Una plaga que, ha explicado, obligará a la Generalitat a doblar los efectivos y recursos que en la actualidad ya destina al combate de este caracol de origen suramericano que se detectó el año pasado y que en la actualidad ya se extiende por todo el margen izquierdo del Delta.

Salvadó ha apuntado, no obstante, que ésta no es una problemática local y, en este sentido, ha reclamado la ayuda del Estado y la Unión Europea porque, ha alertado, se está ante una plaga "muy agresiva que se está desplegando con una rapidez brutal", por lo que en un futuro podría extenderse al resto de la Península y a otros países europeos.

A principios de este mes de septiembre, el departamento de Agricultura de la Generalitat ya pidió a los arroceros del Delta que tomaran medidas adicionales para evitar que las máquinas que se usan en la siega del arroz extendieran la plaga por los campos no afectados.

Entre otros aspectos, se ha pedido a arroceros y regantes que instalen en campos y canalizaciones de agua barreras físicas para evitar la expansión de los ejemplares del caracol manzana. EFE

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