- Courtnie Hamel y su pareja eran aparcacoches en un restaurante cuando se mudaron a vivir a una furgoneta.
- Recortando gastos y haciendo crecer su negocio han conseguido ahorrar más de 100.000 dólares en poco más de 2 años.
- Su rutina no ha dejado de ser diferente a la de las personas que viven en casas convencionales.
Este artículo se basa en una conversación transcrita con Courtnie Hamel, una creadora de contenidos que vive y trabaja desde su furgoneta. Los ingresos y ahorros de Hamel han sido verificados por Business Insider. Se ha editado para mejorar la longitud y la claridad.
Hace 4 años, mi pareja, Nate, y yo decidimos irnos a vivir a una furgoneta para ahorrar dinero.
Vivíamos en un apartamento en Huntington Beach (California) y trabajábamos como aparcacoches en un restaurante.
La decisión de irnos a vivir a una furgoneta no fue solo por ahorrar dinero
En ningún lugar en el que habíamos vivido nos permitía tener mascotas. En una furgoneta, podíamos vivir a nuestra manera y tener un cachorro.
Queríamos ahorrar dinero mientras que disfrutábamos de nuestros días libres, en lugar de gastar todo lo que ganábamos en facturas y salidas nocturnas ocasionales.
De esta manera, pensamos que la vida en una camper podía encajar bien porque satisfacía todas esas necesidades: ahorrar dinero, tener un perro y ampliar nuestra libertad.
Compramos nuestra furgoneta en 2018. Fue una decisión importante, puesto que tendríamos que vivir en ella durante 2 años para poder pagar el préstamo, inicNos mudamos a nuestra furgoneta vacía en febrero de 2019. La condicionamos para poder ser un lugar habitable, reinvirtiendo todo el dinero que nos ahorrábamos del alquiler, unos 18.565 dólares. Como pagamos las renovaciones de nuestro bolsillo, no nos llevó mucho tiempo terminarlas.
Empezamos la remodelación en febrero y en septiembre ya estaba lista. Trabajábamos por las noches como aparcacoches en un restaurante, así que renovábamos la furgoneta durante el día.
Suena fácil, pero requiere mucho trabajo
La rutina durante un tiempo fue sacar todas las cosas fuera de la furgoneta, levantar el colchón y trabajar en arreglarla hasta que llegaba la hora de ir a nuestros trabajos reales, y volvíamos a ponerlo todo en su sitio.
Nate hacía —y sigue haciendo— la mayor parte de la construcción, mientras que yo me encargo del diseño. No había construido nada antes de empezar esta aventura de arreglar la furgoneta, así que se puso a ver vídeos en YouTube para apreAunque fue un poco estresante, la experiencia le permitió adquirir una nueva habilidad, además de encontrar un trabajo que le apasionaba.
Nuestra rutina no ha dejado de ser diferente a la de las personas que viven en casas convencionales
Nuestra rutina diaria es similar a la de las personas que viven en casas convencionales. Un día típico para nosotros es ir a la playa por la mañana, luego trabajar y por la noche, ir al gimnasio a hacer ejercicio.
Cuando la pandemia llegó en 2020, como muchos otros trabajadores de restaurantes, nos despidieron. Como teníamos la furgoneta, no tuvimos que preocuparnos del alquiler, pero seguíamos teniendo que hacer los pagos del préstamo que eran unos 600 dólares al mes.
Antes de que me despidieran, mi Instagram tenía unos 70.000 seguidores. Creaba contenido principalmente sobre bienestar y recetas y ganaba menos de 5.000 dólares al año.
Empecé a compartir nuestro estilo de vida en la furgoneta en redes sociales
Cuando me despidieron, empecé a publicar mucho más contenido sobre nuestra vida en una furgoneta, entonces fue cuando todas mis redes sociales empezaron a crecer mientras crecía el negocio y Nate hacía trabajos manuales de vez en cuando.
Estábamos en Instagram y la mayoría de plataformas, pero también entramos en TikTok. Había mucho cruce entre Instagram y TikTok y cuando me hice popular en esta última red social, el resto de mis canales empezaron a crecer también.
En septiembre de 2020, conseguí que una empresa de gestión me consiguiese ofertas de marcas para hacer contenidos generados para los usuarios, que estuviesen alineados a mi canal, con artículos patrocinados.
Me dediqué por completo a mi negocio en las redes sociales y Nate realizó trabajos como fontanería y sistemas eléctricos, así como la construcción de furgonetas para otras personas.
Es importante señalar que la vida en una furgoneta no es una elección para todo el mundo. Nosotros tuvimos la suerte de elegirla y hacerlo a nuestra manera. Pero algunas personas se ven obligadas a ello y se enfrentan a una realidad muy diferente a la nuestra.
Cuando pagamos el préstamo, empezamos a ahorrar casi todos nuestros ingresos
Terminamos de pagar el préstamo a finales de 2020 y fue cuando empezamos a ahorrar dinero. Recortando nuestros gastos y haciendo crecer mi negocio, hemos conseguimos ahorrar 108.899 dólares en poco más de 2 años.
Nuestro espacio es limitado y está equipado con lo esencial, así que dejamos de comprar pequeñas cosas como ropa, chucherías o zapatos extra.
Aunque esto es una un ahorro, este estilo de vida conlleva algunos gastos ocultos, sobre todo cuando se compran furgonetas antiguas. También requiere más cambios de aceite, y aumentamos nuestro plan de teléfono para poder tener un punto de acceso al wifi.
Es posible que no parezca mucho ahorro al cambiar a este estilo de vida por todos los cambios iniciales que tienes que hacer para condicionar una camper, además de que es importante tener un plan de emergencia en el caso de que le ocurra algo al vehículo.
Nate y yo somos personas de rutina, lo que reduce nuestros gastos de manutención y crea cierta consistencia, pero incluso nuestra furgoneta se estropeó en un momento dado y arreglarla acabó con nuestros ahorros. Un poco más tarde pudimos recuperarlos.
Estos son algunos de los gastos de la vida en una furgoneta:
- 100 dólares para la plaza de aparcamiento.
- 150 dólares para los campings.
- De 20 a 30 dólares para los basureros.
- 50 dólares para Internet.
Más los gastos anuales:
- 200 dólares para un pase de parques estatales.
- 60 dólares para el soporte de abono.
- 100 dólares de propano.
De media, nuestros gastos básicos relacionados con la furgoneta suman unos 4.320 dólares al año. Antes, nuestro alquiler era de 2.170 dólares al mes. Solo en eso, hemos ahorrado un 83,41% al mudarnos a la vida en la carretera.
nder a hacer todas las reformas que la furgoneta necesitaba.
ialmente de unos 30.000 dólares.
Nate abrió un taller en San Diego que alquilamos a una empresa de transformación de furgonetas, mientras que yo gano 6 cifras con mi negocio en las redes sociales. Estamos ganando mucho más dinero que cuando éramos aparcacoches.
Donamos alrededor del 20% de nuestro antiguo alquiles a organizaciones y causas. Cuando nos alojamos en un terreno que está relacionado con organizaciones o tribus nativas, les donamos una parte, especialmente si estoy creando contenido patrocinado en ese territorio.
También hacemos donaciones a la comunidad y a la Fundación de Parques del Estado de California todos los meses. No queremos limitarnos a llegar a un lugar, aparcar, utilizar los recursos e irnos. Es importante que distribuyamos.
Así es como hemos enfocado la vida en la furgoneta y nos encanta.
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