lunes, 7 de enero de 2019

La Candidiaisis provocada por un tipo de hongo

La candidiasis es la infección provocada por un tipo de hongo conocido como cándida y puede afectar a distintas partes del cuerpo. “Si la candidiasis es oral, la conocemos como muguet, produciendo inflamación del esófago si se extiende a esta zona. También existen infecciones vaginales y genitales por cándida, así como candidiasis en la piel, creando erupción y picor. Si la candidiasis se extiende a la sangre es más peligrosa”, explica Carmen Navas, ginecóloga del Hospital Vithas la Salud (Granada).

Forman parte del grupo de las enfermedades más frecuentes e incluso se puede afirmar que prácticamente todas las personas a lo largo de su vida la padecerán alguna vez. Existen tres tipos de micosis humanas: superficiales, intermedias -como las candidiasis- y profundas. Las habituales en España son las superficiales y las candidiasis. En este apartado comentaremos las candidiasis mucocutáneas, cuyo agente patógeno es la Candida albicans.


La mayoría de las especies de cándida son saprofíticas pueden formar parte de la flora cutánea, con excepción de la Candida albicans, que cuando se encuentra en la piel es agente etiológico de una candidiasis primaria. Hay múltiples factores predisponentes a la infección candidiásica: unos dependen del huésped y otros de las condiciones ambientales.
Dentro de los primeros están los fisiológicos, los genéticos y los adquiridos. Así los recién nacidos, las mujeres en el periodo premenstrual o embarazadas, los pacientes con síndrome de Down, diabetes, linfomaleucemia, que toman antibióticos o corticoides o inmunosupresores o tienen enfermedades debilitantes, tienen mayor facilidad para padecer esta dermatosis. Entre los factores ambientales, favorecen la infestación: la humedad, el calor, la maceración crónica (por ejemplo, de las comisuras en los ancianos), las prótesis dentarias mal ajustadas, la fricción entre dos superficies cutáneas.

Navas expone las causas de manera esquemática:
  • Situaciones que alteren la flora intestinal o genital protectora, como es la ingesta prolongada de antibióticos.
     
  • Situaciones que aumenten la cantidad de glucosa en sangre: diabetes, sobrepeso, obesidad, ingesta excesiva de alcohol o hidratos de carbono.
     
  • Humedad excesiva y prolongada.
     
  • Situaciones que disminuyan la función del sistema inmune: virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), trasplantes, quimioterapia, etc.
     
  • Uso de ropa interior de materiales sintéticos.
     
  • Cambios hormonales en situaciones de embarazo o anticoncepción hormon

  • Los síntomas varían dependiendo de la localización. Desde el punto de vista dermatológico interesan las candidiasis mucosas y las cutáneas. Dentro de las primeras y afectando a la mucosa está el muguet. Éste se manifiesta como unas placas cremosas y blanquecinas que confluyen en dorso de la lengua, velo del paladar, mucosa gingival y genital. Al desprenderse dejan al descubierto una mucosa roja y congestiva. También la infección pude manifestarse como una lengua roja, lisa, brillante y dolorosa o como una afectación de las comisuras bucales en forma de placas triangulares, con escamas y fisuras en el centro o afectando a los labios, principalmente al inferior con escamas adherentes de color grisáceo y erosiones.
  • La mucosa genito-perianal es otra localización habitual de estas infecciones, representando el 20-30 por ciento de las infecciones vaginales. Se presenta como un enrojecimiento y edema de los labios menores que se puede extender hacia labios mayores, periné, pliegues inguinales e interglúteo, acompañado de prurito y “quemazón”. La misma afectación puede afectar a genitales externos masculinos. Dentro de las candidiasis cutáneas vamos a hacer referencia a dos cuadros: las candidiasis de los pliegues o intertrigos candidiásicos y las onicomicosis.
    En resumen, Navas señala que la candidiasis suele cursar con enrojecimiento, cúmulo de secreción blanquecina espesa, sensación de quemazón o picor, y a veces inflamación y dolor.
    • Adecuado control glucémico en pacientes diabéticos.
       
    • Evitar la humedad prolongada, realizando un adecuado secado tras baños en la piscina y el mar.
       
    • Uso de ropa interior de materiales más naturales y evitar la ropa excesivamente ajustada.
       
    • Mantener una buena higiene suele evitar episodios de candidiasis. Es importante secar bien los pliegues de la piel una vez se sale de la ducha, así como cepillarse los dientes y utilizar colutorios de flúor oral.

  • El tabaco debe evitarse.
     
  • Para evitar las candidiasis en la zona genital se pueden usar preservativos para impedir el contacto. En el caso de las mujeres embarazadas se recomienda además tomar yogures bioactivos para favorecer la acidez de la flora vaginal
  •  Es la forma clínica más frecuente. Puede afectar a grandes pliegues como son axilas, ingles, pliegue interglúteo, región submamaria, cara lateral de cuello o pequeños pliegues como son espacios interdigitales de manos, pies y región retroauricular. La piel está enrojecida, ligeramente edematosa y puede que en la superficie haya elementos vesiculo-pústulosos. Es muy típico observar como estas áreas están delimitadas por un fino reborde escamoso, apareciendo lesiones satélites. El paciente refiere prurito intenso y quemazón
  • La onicomicosis candidásica aparece con cierta frecuencia en niños con muguet y en adultos con intertrigo de pequeños pliegues interdigitales. Puede mostrarse como una inflamación dolorosa del reborde periungueal, acompañada de mínima secreción purulenta o bien como un engrosamiento de la lámina ungueal con depresiones puntiformes y surcos trasversal
  • Esofágica: aparece una inflamación que causa problemas para tragar, ardor y dolor en el tórax.
     
  • Gastritis candidiásica: aparece sobre todo en aquellos pacientes que sufren de úlcera gástrica.
     
  • Enteritis candidiásica: provoca dolor abdominal y heces con más frecuencia, que pueden contener hilos de sangre, lo que provoca deshidratación por diarrea. Es difícil de diagnosticar.
     
  • Anitis candidiásica: cursa con picor, escozor e irritación del ano.


Se puede producir una laringitis candidiásica, que suele darse a causa de un muguet oral. Las placas del muguet se desplazan hasta el aparato respiratorio, afectando a los bronquios y provocando tos frecuente, fiebre y esputos con sangre.Vulvovaginitis candidiásica: aparece por una alteración del pH vaginal, especialmente en embarazadas. Provoca irritación y picor en la vagina.
  • Balanitis candidásica: causa infección en el glande y el prepucio del pene, que da origen a unas pústulas que generan picor.El diagnóstico es fundamentalmente clínico, aunque en ocasiones es necesario apoyarse en un examen directo de las escamas o en un cultivo micológico.
    Navas especifica que el diagnóstico debe hacerse siempre mediante cultivo con escobillón sobre la zona afectada y mandando la muestra a laboratorio de microbiología que confirme la presencia de colonias de cándida. En caso de sospecha de cándida en la sangre, se envía a cultivo una muestra sanguínea.
    Existen distintos tipos de fármacos antifúngicos, pero los más frecuentemente utilizados pertenecen a la familia de los azoles y se pueden usar de forma tópica (óvulos y cremas) y de forma oral en pastillas. Ejemplos de estos fármacos son: clotrimazol, fluconazol, itraconazol y ketoconazol.
    “Hoy en día sabemos que para evitar las recidivas frecuentes y la repetición de síntomas tras realizar una terapia antifúngica es importante completar con un tratamiento probiótico que mejore nuestra flora protectora. Este tratamiento en ocasiones se debe repetir durante unos tres meses”, añade Navas
    El pronóstico de la candidiasis que afecta a piel y mucosas es muy bueno porque responde muy bien a los tratamientos que conocemos como antifúngicos. Sin embargo, el pronóstico es más reservado en caso de pacientes con su sistema inmune alterado debido a alguna enfermedad como el VIH, los trasplantes o los tratamientos quimioterápicos. En estos casos la cándida puede pasar a sangre y crear infecciones más graves.
  • Los hombres pueden sufrir balanitis por cándida o inflamación del glande. Notarán la piel del pene más húmeda, secreción espesa blanca en los pliegues, enrojecimiento, picor o sensación de ardor. Es más frecuente en hombres diabéticos, con sobrepeso, si han tomado antibióticos de manera continuada o si tienen su sistema inmune alterado por alguna enfermedad 
  • general.Resultado de imagen de fotos de la candidiasis





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